Parroquia de Ntra. Sra de Guadalupe (Teguise) y Parroquia de Ntra. Sra de los Remedios (Yaiza)  

El lienzo del retablo de ánimas de la parroquia de Yaiza muestra, en una sencilla composición un émulo del Cristo de La Laguna en su cruz de plata, sobre peana y flanqueado por dos velas en sus correspondientes candeleros. Sobre fondo oscuro – o al menos oscurecido- el crucificado completa iconográficamente un conjunto de marcada relación con la idea cristiana de la muerte. El lienzo principal responde a la difundida composición de los cuadros de animas en los que las almas son sacadas del purgatorio por el Arcangel San Miguel en la destacada presencia de la Virgen. El sacrificio de Cristo figurdo en el lienzo que ocupa el ático alude la cartela que corona el conjunto: MEMENTO MORI.

Frente al lienzo de Yaiza, el de Teguise es mucho mas colorista y espléndido en ornamentación su bien la pretendida copia de la imagen lagunera resulta menos fiel. Sobre fondo de tela adamascada, se recrea un altar en el que recibe culto el crucificado, en su cruz de plata, sobre peana y flanqueado por sendos elementos de orfebrería en forma de pirámide escalonada rematados por dos jarrones con flores. La peana en el que se afianza la cruz se compone de dos cuerpos; uno inferior rectangular con columnillas a cada lado y una cartela oval al centro que acoge el motivo de “S” con un clavo, que significa la palabra y el concepto esclavo. Sobre el cuerpo superior, de cubierta ligeramente abovedad, se dispone cuatro pequeñas velas. Aunque no nos parece que este conjunto de platería reproduzca ninguna alhaja propia del Cristo, si hacemos notar la similitud de las columnillas con las que componen el sagrario que actualmente se conserva el Real Santuario de La Laguna.

Ambos lienzos el Señor representa clavado en la primitiva cruz de plata del Crucificado, que actualmente se conserva en el retablo-hornacina que preside su templo. La decoración geométrica de la cruz se percibe con facilidad en el oleo de Teguise; en el caso del de Yaiza entendemos que se trata de emular el mismo madero de plata atendiendo a la forma del inri. El ejemplo de Yaiza se asemeja a los cuadros del Cristo que, como este, rematan retablos isleños; así ocurre con el retablo  mayor de la iglesia conventual de  las claras de la laguna. Pero el mas que nos recuerda al lienzo lanzaroteño es uno de de los conservados en clausura en el mismo convento de franciscanas, si bien en este la cruz representada no es la primera. Hacemos notar que los soleos coinciden en todas las representaciones que hemos visualizado. La sencilla composición del  oleo de Yaiza, recrea libremente un altar en el que se da culto al crucificado. En este sentido el referente más fiel es el oleo votivo pintado en 1713 con motivo de la estancia de la imagen en el palacio  de los condes del Valle de Salazar tras la inundación en ese año daño el convento  franciscano. En esta obra se plasma con rigor la disposición de altar compuesto en aquel lugar. En el cuadro de Teguise no observamos voluntad de representar escrupulosamente el “aparato escénico” que acompaña a la efigie.

ESTRACTO DE EL CRISTO DE LA LAGUNA; DOS EJEMPLOS EN LANZAROTE DEL LIBRO DOS DEVOCIONES TINERFEÑAS Y SU ICONOGRAFIA EN LANZAROTE DEL DR. D. CARLOS RODRIGEUZ MORALES

Pintor: Gaspar de Sosa

Las Palmas de Gran Canaria, 1666 – Teguise, 1700...

Es muy poco lo que, de momento, se sabe sobre este pintor, nacido en la capital de Gran Canaria y, más adelante, avecindado en Telde, desde donde se desplazó en 1700 a la isla de Lanzarote, momento en el que se pierde su rastro.

Formado necesariamente dentro de las pautas barrocas, cabe suponer que se dedicó principalmente a atender encargos de signo religioso. Solo se conoce una obra suya, una vera efigie del Cristo de La Laguna que se conserva en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe de Teguise, y cuya autoría queda confirmada por una inscripción en la zona inferior del cuadro: «».