Año 1989 del Periódico El Día

Cristo de La Laguna, fervor y tradición 

Hoy, Jueves Santo, la Semana Mayor inicia sus máximas solemnidades. Los monumentos que encierran a Jesús Sacramentado rivalizarán hoy en belleza, en gusto y en austeridad, en todas las parroquias. En la capital diocesana saldrá, en la madrugada próxima, la imagen del Santísimo Cristo de La Laguna, que atrae las mayores devociones y es todo un símbolo en la Semana Santa de Tenerife. La procesión arrancará del Santuario de San Miguel de los Reyes, en plena madrugada, para hacer su recorrido tradicional, con los altos en los conventos de clausura y llegada, ya en la mañana, a la Santa Iglesia Catedral. Es la procesión más larga de toda la Semana Santa tinerfeña.  

El cardenal Javierre predicará el Quinario del Cristo 

El tradicional Quinario en honor del Santísimo Cristo de La Laguna será predicado este año por su eminencia el cardenal de la Curia romana Antonio María Javierre. El cardenal, al aceptar la invitación del esclavo mayor del Cristo José Siverio, ha manifestado que se siente íntimamente complacido en poder participar en las solemnidaes extraordinarias más importantes que la isla dedica a la devota imagen del Cristo lagunero. Los tesmas que ha elegido para explicar durante su predicación en el Quinario son los siguientes: «La Cruz del Cristo y el Cristo de la Cruz», «La cátedra de la Cruz: Cristo maestro», «El altar de la Cruz: Cristo Sacerdote», «El trono de la Cruz: Cristo Rey», «María, la Madre, al pie de la Cruz» y, como panegírico, el día 14, «La Eucaristía, misterio gozoso de la Cruz». 

Editado el programa de Fiestas del Cristo 

La Laguna (Redacción).— El programa de actos de las Fiestas en honor del Santísimo Cristo de La Laguna ha comenzado a ser distribuido, causando una grata impresión su presentación y contenidos.

Grabádos coloreados ponen un toque peculiar a la gran variedad de secciones con que cuenta el programa, con artículos como «Los fuegos de La Laguna», del alcalde de la ciudad, Elfidio Alonso, quién, remitiéndose al ingeniero Torriani, califica a La Laguna de «la ciudad de mil fuegos»; M. Marrero, cronista oficial de San Cristóbal de La Laguna, que presenta «El pasado lagunero»; nuestro compañero en el periódico EL DIA, Domingo García Barbuzano, con «Las fiestas del Cristo y el obispo Domingo Pérez Cáceres»; Antonio Lara y Zárate, que presenta tres poemas dedicados a la ciudad de los Adelantados; «Las ciudades y sus paisajes», de Enrique Romeu Palazuelos, y un artículo de José Siverio, esclavo mayor del Cristo lagunero, componen un palmarés de prestigiosas firmas para el engrandecimiento de las bellezas laguneras.. 

PROGRAMA 

Entre los actos religiosos previstos destaca, entre los días 1 al 8, la celebración, en el Real Santuario, el homenaje al Santísimo Cristo, que constará de santa misa y homilía.

Para el día 9, a las once de la mañana, está prevista una eucanstía presidida por el cardenal Antonio María Javierre, con la asistencia del prelado de la Diócesis, Damián Iguacen Borau. La misa será cantada por la Coral Polifónica María Auxiliadora.

El 14 de septiembre, a las once de la mañana, tendrá lugar el recibimiento de la representación del Rey, con motivo de su nombramiento como Esclavo Mayor Honorario Perpetuo, por las primeras autoridades civiles y militares. A las ocho de la noche, santa misa ante el trono del Santísimo Cristo y a continuación, saldrá una procesión de la imagen, que recorrerá las principales calles de la ciudad, trasladándose a la iglesia matriz de Nuestra Señora de la Concepción, donde se quemarán los fuegos de la Torre y, más tarde, en la plaza del Cristo, los fuegos del Risco.

El día 21, a las ocho de la noche, se celebrará la conmemoración de la Octava del Cristo. En los actos religiosos también intenvendrán varios coros y agrupaciones musicales.

Dentro de los actos culturales y populares sobresale la VIII Exposición y degustación de Comida canaria; los homenajes al ama de casa y a la vejez; festivales folklóricos; actos deportivos; festival de bandas de música, batalla de flores; verbenas; la III Vuelta a la Isla de Tenerife en coches antiguos; festivales de rock; exposiciones; la II Semana Musical del Casino de La Laguna.

Ruperto González leyó el pregón de las Fiestas del Cristo 

El acto contó con la participación de la Coral Ondarreta, de Vizcaya 

Anoche tuvo lugar el acto de lectura del pregón de las Fiestas del Cristo, a cargo de Ruperto González Giralda, quien realizó un breve recorrido por la senda histórica de La Laguna, haciendo hincapié en los inicios del culto del Santísimo Cristo, y poniendo fin a su discurso con una serie de reflexiones sobre sus vivencias personales en esta ciudad. El acto contó, además, con la actuación de la vizcaína Coral Ondarreta, que por la mañana fue recibida por el alcalde lagunero, Elfidio Alonso. 

La Laguna (Redacción).— El pregonero inició su discurso expresando su agradecimiento al Ayuntamiento lagunero «por la distinción que me otorga al designarme para esta hermosa misión». 

Asimismo, se sintió privilegiado por haber nacido «en esta hermosa e inigualable ciudad», recordando que se trataba precisamente del día de su cumpleaños y haciendo referencia a su propio padre —a quien dedicó el pregón— como «un lagunero excepcional que con su trabajo también distinguiría la ciudad». 

La incursión histórica del discurso se abrió con el nacimiento de la ciudad, en 1494, «como ciudad muy principal y principesca» , a cargo del Adelantado don Alonso Fernández de Lugo, quien la concebió como «capital de sus conquistas». 

No obstante, Ruperto González precisó que la existencia oficial de La Laguna parte del 9 de julio de 1497, cuando el Adelantado de Canarias, en virtud de poderes concedidos por los Reyes Católicos, «instaura el primer ayuntamiento de la isla», en la 'villa de San Cristóbal', denominación aplicada a la futura ciudad. 

En un apartado dedicado a la vida monástica, el pregonero habló de la llegada de algunos religiosos de la mano de el Adelantado, concretamente de la orden franciscana, con el fin de convertir a los guanches. Ese fue el inicio, según Ruperto González, de una implantación en la ciudad que se completaría en 1515 con la construcción del Convento Grande, lugar a donde llegó cinco años más tarde «la imagen del Santísimo Cristo, convirtiendo al convento y a La Laguna en centro de peregrinación de toda Canarias».

Llegado a este punto, el autor del discurso se detuvo durante unos instantes en los avatares de la llegada de la imagen a la Isla, procedente de la casa ducal de Medina Sidonia. 

Siguió diciendo Ruperto González que el culto al Santísimo Cristo «alcanzó su esplendor a (males del siglo XVI» , cuando se culminan las obras de la nueva capilla mayor de la Iglesia, y hoy «se mantiene el fervor isleño por El». 

BRILLANTEZ UNIVERSITARIA 

Por supuesto, otro de los capítulos de la historia lagunera que destacó el lector fue el de «su tradición de brillantez intelectual y universitaria, que da lugar al florecimiento del arte y la cultura». De este modo, citó el siglo XVIII como «la mejor época de la ciudad» , dentro ya de la vanguardia cultural europea. Como una gran prueba de ello, las tertulias «dejaron huella imperecedera». 

El asentamiento de la Universidad, que ya fue motivo de discusión en un principio entre las órdenes religiosas, se produjo en 1744, con la concesión a los estudios del convento de San Agustín de la categoría de rango universitario. 

A este respecto, se refirió el pregonero a las tendencias existentes hoy «para dividir nuestra Universidad, que avivan viejas pasiones». 

Posteriormente, su discurso se centró básicamente en la lectura de un conjunto de vivencias personales desde la infancia relativas a la ciudad lagunera, comenzando por un recordatorio de «las monjas franciscanas, con las que comencé mi formación». 

Por último, Ruperto Domínguez resumió en unas frases el sentido de las Fiestas del Cristo, y destacó los actos principales y más tradicionales como «la ceremoniosa procesión de la mañana», a la que sigue «la más adusta pero familiar de la noche, cuando el Cristo ya sale a solas con su esclavitud, sus devotos y su gente». 

Victoriano Ríos representará al Rey en las Fiestas del Cristo 

SANTA CRUZ Redacción El presidente del Parlamento de Canarias, Victoriano Río Pérez, ostentará la representación de S.M. el Rey Juan Carlos en las solemnidades del Santísimo Cristo de La Laguna el 14 de septiembre. La comunicación del jefe de la Casa Real, recibida por el esclavo mayor de la Venerable Esclavitud, José Siverio, ha sido hecha pública el miércoles ante la junta de gobierno de la citada asociación. En la mañana del viernes, la junta de gobierno de la Esclavitud, cumplimentó en su despacho oficial del Parlamento a Victoriano Ríos, felicitándolo por el alto honor de su designación por parte del Rey de España para representarle en los actos religiosos de la festividad del Santísimo Cristo, que, como se sabe, este año predicará el Cardenal Javierre.   

El cardenal Javierre, predicador del Quinario del Cristo 

La Laguna (Corresponsal).—El sábado, día 9, a partir de las 7,30 de la tarde, en la Catedral, comenzará el Quinario, cuyo predicador es este año el cardenal Antonio María Javierre. La misa será cantada por la Agrupación Musical Gran Tinerfe, bajo la dirección de Jesús Fariña Adán. Antonio María Javierre Ortaz es obispo desde 1976. Fue nombrado cardenal el pasado año. Nació en Siétamo, Huesca, en 1921. Ingresó en la Congregación Salesiana en 1940 y recibió el sacerdocio en 1949. Cursó estudios de Grado Medio en Huesca, Zaragoza y Barcelona; Filosofía en Gerona, Barcelona y Salamanca; Pedagogía en Gerona y Santander, y Teología en Salamanca, Roma y Lovaina. Es doctor en Sagrada Teología. Monseñor Javierre fue muchos años profesor de Teología Fundamental en el Pontificio Ateneo Salesiano de Turín, elevado, bajo su rectorado, a Universidad Pontificia con sede en Roma. En dicha universidad, fue decano de la Facultad de Teología y rector magnífico desde 1971 a 1974. Ha desarrollado su actividad académica consagrado a su cá-tedra de Dogmática y Seminario de Ecumenismo. Impartió cursos, cursillos y conferencias en varias universidades europeas y latinoamericanas, como las de Salamanca, Roma, Navarra, Varsovia, Lovaina, París, Ginebra y Guatemala. Fue ideador, cofundador y secretario general de los simposios de Teología Fundamental. Durante el Concilio Vaticano II asesoró como experto al Episcopado español.

Ha sido consultor del Secretariado para la Unión de los Cristianos; miembro, durante un trienio, de fe y constitución en el Consejo Ecuménico de las Iglesias, y partícipe a diverso título en las tres conferencias mundiales de dicho Consejo: Nueva Delhi, Uppsala y Nairobi. Ha participado en va-rias conferencias de fe y constitución, especialmente en Montreal, Lovaina y Acra, en la de Iglesia y Sociedad de Ginebra, y en varias reuniones del Comité Central del Consejo Ecuménico de Iglesias en París, Ginebra, Utrecht y Heraclión. En la curia romana, monseñor Javierre ha ejercido de secretario de la Sagrada Congregación para la educación católica, también como miembro de las comisione pontificias «Justicia et Pax», «Migración y Turismo», y «Archivos Eclesiásticos. Ha de-sempeñado el cargo de consultor de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, de la Con-gregación para los Obispos, de la Comisión para la Revisión del Código de Derecho Canónigo y de la Comisión para la América Latina. El cardenal Javierre, además, ha ejercido como consejero en el Pontificio Consejo de la Cultura, fue designado para el capelo cardenalicio por Juan Pablo II en el Consistorio de 1988 y es refecto de la biblioteca y Archivo del Vaticano 

El cardenal Javierre llegó ayer a Tenerife 

Predicará el solemne quinario del Cristo de La Laguna

Santa Cruz (Redacción).— El cardenal José María Javierre, predicador del solemne quinario del Cristo de La Laguna, llegó ayer a Tenerife para participar en este acto. El cardenal fue recibido a primeras horas de la tarde en el aerpuerto Reina Sofía por el obispo de la Diócesis, monseñor Iguacen, y el esclavo mayor, José Siverio, además de varios miembros de la junta de Gobierno de la Venerable Esclavitud. José María Javierre mantuvo una charla con los periodistas, en la que explicó el temario de sus conferencias en el quinario. A continuación, se desplazó al santuario del Santísimo Cristo, donde veneró la Sagrada Imagen y saludó a los religiosos franciscanos que se encargan de su culto. Hoy, asistirá al acto de la bendición e imposición de medallas a nuevos esclavos y la Bajada del Cristo. Por la tarde, comenzará la celebración del quinario en la catedral lagunera. 

José Siverio: «Ofrendar a Jesús crucificado atención y fervor» 

En el programa de la Esclavitud del Cristo

La Laguna (Corresponsal).—El Esclavo Mayor del Cristo, en el programa de actos religiosos de la Esclavitud, resalta que la imagen de Jesús crucificado «merece la ofrenda de atención y fervor que podemos ofrecerle desde la parvedad de nuestros pobres méritos y la intimidad de nuestra conciencia».

El Padre Siverio, en las fiestas laguneras mayores de septiembre, aconseja que estemos más cerca de Cristo para oírle y conocerle mejor. Añade que honrar su persona, seguir su doctrina y acatar sus mandatos significa ser miembro de la Esclavitud, y que el mérito es de Jesús al elegirnos y que nosotros sólo tenemos la responsabilidad de seguirle.

Para el Esclavo Mayor del Cristo «no es necesario que llegue septiembre para movernos a reflexionar en torno a estos fundamentales principios. Es reflexión de todos los días para alcanzar la convicción responsable y afectiva. Pero también en las fiestas, también en la convocatoria a las solemnidades litúrgicas y cultos extraordinarios, tenemos a mano la ocasión propicia para que mutuamente, en actitud fraternal, nos ayudemos a sentir de verdad lo que somos y hemos de ser en nuestra Venerable Esclavitud. Importa mucho tener fija la mirada en ese norte».

ACTOS RELIGIOSOS

El programa de la Esclavitud para estas fiestas del Cristo comprende los siguientes actos religiosos:

Hoy, a las 11 horas, en el Santuario de San Francisco, concelebración eucarística presidida por el cardenal Antonio María Javierre, a la que asistirá el obispo de la Diócesis, Damián Iguacen Borau. La homilía estará a cargo del padre José María Javiene, director y presentador del programa religioso «Ultimas preguntas». En el transcurso de la función tendrá lugar la bendición e imposición de la Medalla de la Esclavitud a los nuevos esclavos. La misa la cantará la Coral Polifónica «María Auxiliadora» de la Villa de Arafo. Al termino del acto se llevará a cabo el Descendimiento y besapié del Crucificado moreno. A las 6 de la tarde, misa y procesión del traslado del Cristo a la Catedral, donde dará comienzo el Quinario, cuyo orador será este año el cardenal Antonio María Javierre.

Durante el Quinario intervendrán las siguientes corales:

Hoy, Agrupación Musical Gran Tinerfe, bajo la dirección de Jesús Fariña Adán.

Mañana, Círculo de Amistad XII de Enero, dirigida por Salvador Rojas González.

Lunes, día 11, Coral Polifónica «Alonso Castro Salazar», con Pilar Castro Palazón como directora.

Martes, día 12, Coral Polifónica «María Auxiliadora» de Arafo, bajo la dirección de Juan Luis Coello Rodríguez.

Miércoles, día 13, Coral Polifónica de Los Silos, dirigida por Carmen Siverio Pérez.

Jueves, día 14, a las 10,45 de la mañana, llegada a la plaza de la Catedral del Pendón de la Conquista portado por la corporación municipal y acompañado de las primeras autoridades civiles y militares. A las 11 de la mañana, recibimiento del representante de S.M. Don Juan Carlos I, que, en esta ocasión, será el presidente del Parlamento de Canarias, Victoriano Ríos. Le seguirá una función en la Catedral cantada por el Coro del Orfeón «La Paz», con asistencia de los obispos de las diócesis de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, Damián Iguacen y Ramón Echarren Isturiz. A continuación, el Cristo será trasladado en procesión a su Real Santuario. A las 8 de la noche, misa cantada por el Coro Parroquial del Sagrado Corazón de Jesús de Pedro Alvarez.

Después del Día del Cristo dará comienzo una semana de misas con sermones y las intervenciones de los siguientes coros:

Viernes, día 15, Coro Parroquial de Santa Ursula.

Sábado, día 16, Coro Parroquial de Nuestra Señora de la Concepción de La Laguna.

Domingo, día 17, Agrupación Musical La Atalaya.

Lunes, día 18, Coro Parroquial de la Santa Iglesia Catedral.

Martes, día 19, Coro Parroquial San Bartolomé de Tejina.

Miércoles, día 20, Coro Parroquial Nuestra Señora del Rosario de Valle Tabares.

Jueves, día 21, a las 8 de la noche, Octava del Cristo, se celebrará una solemne función organizada y desarrollada por la Comunidad Franciscana. La misa la cantará el Coro de la Capilla del Cristo.

Viernes, día 22, a las 8 de la tarde, concelebración eucarística en honor de la Inmaculada Concepción. Cantará el Coro de San Juan Bautista de La Laguna. 

Victoriano Ríos, nuevo esclavo del Santísimo Cristo El cardenal Javierre presidió la ceremonia.10/09/1989

Ayer se celebró el acto del Descendimiento y traslado de la venerada Imagen a la Catedral

La Laguna (Corresponsal).—El superior del Convento de San Francisco, Bernardino Romero, y el Padre José Siverio impusieron ayer la Medalla de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Cristo de La Laguna al presidente del Parlamento de Canarias, Victoriano Ríos, quien, junto a un destacado grupo de nuevos esclavos, pasa a engrosar la histórica congregación religiosa.

El acto se inició con una concelebración eucarística, presidida por el cardenal Antonio María Javierre. La ofició el obispo de la Diócesis de Tenerife, Damián Iguacen Borau, y la homilía estuvo a cargo del Padre José María Javierre, director y presentador del programa religioso «Ultimas preguntas». La Coral Polifónica María Auxiliadora de la Villa de Arafo, bajo la dirección de Juan Luis Coello Rodríguez, cantó la misa.

El alcalde de La Laguna, Elfidio Alonso, asistió a esta función que, aparte de la imposición de medallas a los nuevos esclavos, se caracteriza por el emotivo acto del Descendimiento del Cristo moreno desde su cruz de plata, para luego proceder al besapié.

Por la tarde, a las 18 horas, el Cristo, en solemne procesión, fue trasladado a la Catedral, donde comenzó el Quinario a cargo del cardenal Javierre. Intervino la Agrupación Musical Gran Tinerfe, dirigida por Jesús Fariña Adán.

Las calles del itinerario procesional fueron desbordadas por el público para ver pasar al Crucificado que, allá por el año 1520, llegó a La Laguna gracias a la petición que Alonso Fernández de Lugo hizo al duque de Medina Sidonia.

El día grande de las fiestas de septiembre será el día 14, con la gran exhibición de fuegos artificiales, a los que, por reciente acuerdo de la Comisión Municipal de Gobierno, el Ayuntamiento destinará este año 2.600.000 pesetas.

Los nuevos miembros de la Esclavitud deben tener muy presente lo que, en el programa de las fiestas, dice el Esclavo Mayor del Cristo, José Siverio: «Porque lo decide el corazón y la piedad ancestral que heredamos, vamos a estar ahora más cerca de Cristo para oírle mejor. Honramos su Imagen porque adoramos su Persona, porque seguimos su doctrina, porque acatamos sus mandatos. Fue El quien nos eligió. Se sirve a Jesucristo sirviendo a los hermanos, a los demás, a los que tal vez conocen de Cristo lo poco que nosotros sabemos mostrarles en nuestro pensar y obrar. De ahí la necesidad de insistir en nuestro pleno convencimiento de lo que estamos llamados a ser, por el hecho, voluntario y responsable, de habernos integrado en esta venerable y tricentenaria asociación religiosa, en cuyo 
seno buscamos la santificación personal y el mejor servicio a Cristo y a la Comunidad». 

EL CAPITAN GENERAL DE CANARIAS TOMO LA ME-DALLA DE ESCLAVO DEL CRISTO DE LA LAGUNA

—En la función solemne del Descendimiento del Señor el Real Santuario del Cristo de La Laguna, tomó la Medalla como nuevo Esclavo del Santísimo Cristo de La Laguna, el Excmo. señor don Angel Santos Bobo, capitán general de Canarias. Hacemos llegar al ilustre militar nuestra felicitación. 

En la festividad del Cristo de La Laguna 

A la memoria de Luis Zárate 

Mi alma entera es un grito y mi obra entera es la interpretación de este grito». Así introduce un bello e interesante libro el escritor griego Nikos Kazantzaki. Hombre de gran preocupación por las cuestiones del espíritu, por las luchas internas del bien y del mal, por la batalla sin tregua entre el cuerpo y el alma, desde donde se abren profundas heridas y también fluyentes y profundos manantiales. En su lectura y en la reflexión sobre la vida de un amigo y sobre las Fiestas del Cristo de La Laguna he dejado caer y correr mis dedos en el teclado de la máquina de escribir.

Parece, para las visiones superficiales, que las vidas de las personas no tienen nada que decir, que son simples pasos con huellas rápidamente borradas en arenas movedizas, o largas travesías por mares de aguas tormentosas sin estelas definidas o vuelos en el aire sin marcas perecederas. No, las vidas meditadas, las de los hombres responsables que mantienen los ojos fijos en las alturas y la mente empeñada en la lucha entre la carne y el espíritu hasta la muerte en incesante busca de la armonía final; las existencias sumergidas en las profundidades del pensamiento, atentos, son tortuosos caminos marcados por hondos surcos rojos empapados y teñidos de sangre derramada gota a gota por los sufrimientos y las alegrías, por las pasiones y las ideas.

Perpetuas hendiduras hechas en el monte ascendente y escarpado de la vida. Nunca fabricadas por los pies de carne y huesos mortales, sino por la pesada cruz que todo hombre ha de cargar toda su vida. Porque sólo los que sobre sus espaldas llevan excesiva carga y, por la flaqueza humana, la arrastran por el suelo; cuanto más pesada sea mayor y más duradera es su huella en la memoria total. Sólo aquellos que llegan a la cima del monte, al Gólgota, y allí son crucificados, merecen llamarse hijos del hombre. Porque únicamente los crucificados, los recrucificados, los que sufren, los que luchan, los que batallan, los que se sacrifican, los sedientos, los hambrientos, los perseguidos, los bienaventurados también anunciados en otra montaña, obtienen la resurrección, la alegre, la feliz resurrección, la victoria total.

La tarde ha caído. La jornada de trabajo ha terminado. La santa noche se ha extendido. Aún queda una pequeña luz en las cimas de las montañas. Allí se ve, se oye, se siente, se palpa una cruz. Nada más. Una vida, todas las vidas, la vida colectiva están crucificadas. No quedan cuerpos humanos, únicamente el espíritu, el alma. Ya no existen sufrimientos, ni pesares, ni maldades.

La cruz fue hincada y alzada La batalla ha terminado. No existirá nunca jamás la lucha entre el bien y el mal. Queda la alegría conseguida con el cuerpo exangüe, los músculos desgarrados, el costado atravesado, el alma angustiada y el aire expirado. Nada se traslada ni se transporta. Las alforjas de la materialidad vacías. ¡Ni siquiera el aire!

Después, la alegría activa sobrenatural obtenida y conquistada sin alcohol, sin drogas, sin manjares exquisitos. La alegría que se descubre quitando las capas, los jirones, del cuerpo, la que sale del alma. El triunfo del regocijo irresistible que brota de la conversión, del trueque, del cambio, del sufrimiento en amor, de la maldad en virtud, del mal en bien, de la carne en espíritu.

Es la fiesta de los que recogen con todos los sentidos el significado del grito del alma y sus vidas son la interpretación de este grito. De los que ven y entienden las trayectorias variables y distintas de los demás, trazadas y marcadas por la pesada carga de la dificultad de la vida. La fiesta de la alabanza a la cruz. De la exaltación a la cruz de la que cuelga un hermoso, sereno y serio Cristo venerado en la ciudad de La Laguna. Imagen de un sufrimiento y de una victoria que cada vez nos parecen más familiares, porque sencillamente también son nuestra propia lucha y nuestra nronia victoria futura. 

Enrique González

Cristo lagunero, crucificado moreno de fiesta y amor 

En septiembre, el cuerpo del Santísimo Cristo de La Laguna es de fiesta y amor porque despierta el mes en que la ciudad de Aguere, la isla de Tenerife toda, en villas, pueblos o caseríos, enaltece a su Crucificado moreno cantado por los poetas y amado por miles de isleños.

En el año 1550, el Cristo estuvo muy solo, al ser trasladado a un altar de una de las capillas más oscuras y deterioradas de su convento, ya que, por estar en construcción el de Santa Clara, las monjas pasaron al de San Miguel de las Victorias. La venerada Imagen, a través del brillo de misteriosas luces, despertó el milagro en el corazón de Sor Almerina para que se diera cuenta del abandono injustificado que sufría. La religiosa lo rescató de la oscuridad. Los brillos y luminosidades cesaron. Y los devotos pudieron admirar la serenidad de una muerte morena crucificada a la cruz que, forrada de plata, deslumbra hasta ese niño que, cuando sea grande y por la fe inculcada por su madre, cantará:

«Llevo pendiente del cuello/desde que estaba en la cuna,/una medalla bendita/del Cristo de La Laguna».

El Crucificado de Aguere es de fiesta desde el 17 de septiembre de 1607, fecha en que los señores de Justicia y Regimiento, por acuerdo del escribano del Concejo, mandaron que el Ayuntamiento declarara el 14 septembrino día de fiesta, porque, a partir de 1520, la Imagen comenzó a conceder favores a todos los afligidos que la invocaban. Para nuestro Cristo, en el presente mes, florecen las banderas. El timplillo despierta isas bajo la lona del ventorrillo. Gira la ruleta de la ilusión. Los voladores elevan corazones al Cielo y encienden las colinas de San Roque. Callan las canciones. No se oyen las coplas. Las risas enmudecen. Las velas lloran cera. Entra el Cristo. La plaza se desborda de plegarias y coplas, lágrimas y risas, rezos y canciones.

Y cómo no iba a ser un Cristo de amor. El es el camino de septiembre. Sobre el alma de la fiesta, como decía Luis Alvarez Cruz, «gravita el peso de una Cruz. Por eso los caminos que, en el mes de septiembre, conducen a La Laguna son los caminos del peregrinaje». Como los clavos de su cruz, el Cristo está clavado en la vida de los laguneros, marcándoles un destino, una dedicación. Por amor, Francisco Batista Pereira de Lugo regaló en 1630 la cruz de plata del Crucificado. Por amor, la Esclavitud gastó más de 1.000 pesos en las fiestas de 1668 y Ramón Cué compuso su bello canto poético:

«Tenerife es sólo un tronco,/dragos, retamas y brezos/para llevar por los mares,/con los dos brazos abiertos,/en procesión de milagros,/a su Cristo lagunero».

El periódico EL DIA, a través de su suplemen-to dominical, resalta las Fiestas del Cristo en 1989. Y es lógico que lo haga porque, a lo largo del acontecer informativo, han sido muchas las publicaciones que han dedicado especial atención al Santo Cristo. Hace ciento seis arios, «La Ilustración de Canarias» publicaba»:

«Todos los pueblos de los alrededores estaban representados en estas fiestas, y tanto las carreteras de Santa Cruz, Tejina y Tacoronte como los demás caminos vecinales eran recorridos continuamente por toda clase de personas, que en diferentes vehículos, desde las propias pier-nas hasta el pesado ómnibus, abandonaban sus hogares en busca de diversiones».

Nuestro periódico, cuando se llamaba «La Prensa», también daba difusión a la fiesta en los siguientes términos:

«Para la gente alegre no faltarán los acostumbrados ventorrillos, con la oliente y sabrosa carne de adobo, el clásico peludo, que tantos admiradores tiene en nuestro país, y el recuerdo de alguna amorosa aventura. Y no faltará tampoco quien os cante en versos inmortales: Hoy hace un año/que te decía/en la Fiesta del Cristo/que te quería./Y tú me amaste/y bailamos juntitos/el tajaraste».

Fieles a la tradición, bailemos y cantemos todos en el mes de septiembre ante el Cristo lagunero, el crucificado moreno de fiesta y amor. 

Elfidio Alonso: «La Laguna, la ciudad de mil fuegos» 12/09/1989

Las afamadas pirotecnias de Tenerife llenarán el jueves el cielo de Aguere de color y arte

La Laguna (Corresponsal).—Uno de los actos más bellos de las Fiestas del Cristo, sin lugar a dudas, es la gran exhibición de fuegos artificiales que, en el mes septiembre, desborda el cielo lagunero de arte y color. Como ya es tradición, las afamadas pirotecnias de Tenerife quemarán sus fuegos en los siguientes lugares:

Torre de la Concepción: «El Carmen».

El Risco: «Ricardo Pérez To-rres», «Hermanos Toste» y «San-ta Bárbara».

La Plaza: «Jordi» de Arafo.

A todo ello hay que añadirle la traca que caracteriza y distingue los fuegos del Cristo.

Aunque la gran exhibición será en la noche del jueves día 14, mañana, a las 21,30 horas, las citadas pirotecnias, en pequeña demostración, darán a conocer un adelanto de lo que ocurrirá el día del Cristo, en cuya noche la pólvora será la ofrenda del pueblo a su Crucificado. Unos fuegos que han sido cantados por escritores, poetas y, como este año, hasta por el alcalde Elfidio Alonso, quien, en el programa de las fiestas, nos dice:

«El ingeniero Torriani, a quien debemos la primera carta urbana de nuestra ciudad, llamó a La Laguna "la ciudad de mil fuegos". Por no acompañar alguna explicación, nos hemos quedado sin saber a qué fuegos se refería el ingeniero italiano. Tal vez quedó impresionado por las puestas de solo por esas deslumbrantes tonalidades que tiñen el cielo del verano, interpretadas por los niños de mi tiempo como la más directa consecuencia de que la Virgen "está planchando".

O puede ser que, por aquellos arios en que vivió Torriani en la ciudad, hubiera la posibilidad de descubrir alguna luz misteriosa como la Mafasca majorera...Lo cierto es que ahí está el sobrenombre, no muy conocido y menos aireado. "La Laguna, la ciudad de mil fuegos".

A lo largo de los años quién le iba a decir a Torriani que la ciudad, cuando llega septiembre, lograría responder a ese calificativo de "los mil fuegos" en el imponente y espectacular acto de la Entrada del Cristo, cantada por Cristo los poetas y vivida cada año por los laguneros que se dan cita en la plaza de San Francisco.

Es cierto que ya las lumina-rias, las danzas y las comedias figuran en los programas festeros del Cristo desde 1608, según el Padre Quirós. Y que los fuegos, como tales, aparecen con anterioridad a la fundación de la Venerable Esclavitud, según aporte documental del historiador Núñez de la Peña.

Y es que los fuegos, los de Torriani y los del Cristo, vienen a ser uno de los grandes sustentos de lo tradicional. No olvidemos que, como bien dejó escrito Buenaventura Bonnet y Reverón en su espléndido libro sobre el Santísimo Cristo de La Laguna, "las tradiciones son productos espontáneos del espíritu y nos dan a conocer los procesos de la conciencia popular".

La Laguna, sombría, gris y triste, según evocaciones invernales y románticas, también ha sido la ciudad de "los mil fuegos", especialmente cuando llega septiembre. Así lo dejó escrito Leonardo Torriani. Así ocurre, al menos, en la maravillosa "Entrada" del Cristo, cada año». 

La Laguna celebra hoy la Fiesta del Cristo. 14/09/1989

La ciudad de La Laguna celebra hoy la festividad del Cristo, instituida en 1607 por la Justicia y Regimiento del Cabildo de la Isla.

Como decían las antiguas comisiones de fiestas, septiembre es, por antonomasia, el mes de La Laguna, porque es también el de su Cristo. Así, cuando las campanas y los cohetes vibren esta noche en el espacio como heraldos de la festividad, un júbilo ancestral inundará los corazones y cada cual se dispondrá, directa o indirectamente, a colaborar en el éxito de unas fiestas que, año tras año, la ciudad dedica a la mayor gloria y honor de su nombre y a la demostración más destacada de la devoción a su Cristo moreno.

Los actos del día se iniciarán, a las 10,45 de la mañana, con el traslado del Pendón de la Conquista a la plaza de la Catedral, donde será recibido el presidente del Parlamento de Canarias, Victoriano Ríos, como representante de S.M. el Rey de España.

Después, habrá una concelebración eucarística, en la que participarán los obispos de las dos diócesis canarias y el cardenal Antonio María Javierre, que presidirá. 

La ciudad dedica hoy al Cristo su mayor demostración de fe y alegría.14/09/1989

Con las procesiones del Retorno y «La Entrada» y los fuegos

La ciudad de La Laguna dedica hoy al Santísimo Cristo su mayor demostración de fe y alegría con procesiones, regocijos populares en la plaza de San Francisco y exhibiciones de fuegos artificiales en la Torre de la Concepción y en El Risco de San Roque. Los actos previstos para esta jornada festiva se inician a las 7 horas con la diana floreada, a cargo de una banda de cornetas y tambores. 

La Laguna (Corresponsal).— A las 10,45 horas será el traslado del Pendón de la Conquista desde las Casas Consistoriales a la plaza de la Catedral. A las 11 de la mañana, en la referida plaza, recibimiento del representante de S.M. Don Juan Carlos I —en esta ocasión será Victoriano Ríos— por las primeras autoridades civiles y militares. El presidente del Parlamento de Canarias, tras recibir el bastón de plata de la Esclavitud del Cristo de manos de su Esclavo Mayor, José Siverio, entrará en el templo catedralicio. Acto seguido comenzará una concelebración eucarística presidida por el cardenal Antonio María Javierre, con la asistencia de los obispos de las diócesis de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, Damián Iguacen Borau y Ramón Echarren Isturiz, respectivamente. Como viene siendo costumbre, el Coro del Orfeón «La Paz» tendrá a su cargo la armonización de la función. A partir de las 12 horas, en la procesión conocida como del Retorno, el Cristo será trasladado a su Real Santuario. A las 20 horas, en la iglesia del Cristo, misa cantada por el Coro Parroquial del Sagrado Corazón de Jesús de Pedro Alvarez. A continuación, el Crucificado moreno recorrerá las calles de Aguere con grandes exhibiciones pirotécnicas en la Torre de la Concepción, en la plaza de San Francisco y en El Risco de San Roque. A las 22 horas, verbena a cargo de dos orquestas. 

EL 14 DE SEPTIEMBRE 

Hoy queremos dar a conocer sólo una muestra de los grandes elogios que escritores del pasado dedicaron al 14 de septiembre, día en que La Laguna se hace pequeña para recibir a los devotos del Cristo.

Leopoldo de la Rosa Olivera, el que fuera cronista oficial de la ciudad, con profundo amor a Aguere y a la venerada Imagen que la custodia, dijo hace treinta y siete años: 

«En el procesional desfile de la noche, que recorre La Laguna, engalanada y reverente, sobrecoge el percibir en cambiantes claroscuros la divina serenidad ante el dolor voluntariamente sufrido por los hombres. 

La lenta procesión llega a la vasta plaza y detiene su paso. La sencilla devoción popular se manifiesta con ímpetus fogosos: la gente grita, canta, baila...En cortos momentos el silencio se hace, la plaza queda a oscuras, para luego romperse violentamente, deshacerse en blancas y rojas cascadas cegadoras. De las cercanas colinas brotan llamas y un ensordecedor estruendo intimida. La dolorosa Pasión se ha trocado en gloria. Ha surgido radiante el nuevo día. La imagen del Crucificado avanza de nuevo. En su rostro se dibuja la tranquila serenidad del triunfo. El alegre repique que parte de la espadaña del Santuario, anuncia la vuelta del Cristo a su antigua casa. Los romeros van regresando a sus hogares.

La fiesta mayor ha terminado». 

El Cristo de La Laguna 

Es sabido que no hay más que un Cristo, aunque haya miles de imágenes o esculturas.

Entre las imágenes, las hay de más o menos culto. La Isla de Tenerife está sembrada de Cristos; sin embargo, todos consideramos como nuestro al Cristo de La Laguna. Se están celebrando cultos extraordinarios, habiendo contribuido a su mayor esplendor el ser cantor de las glorias del Cristo el cardenal Mons. Antonio Ma. Javierre, residente en Roma, a quien no incensamos porque sabemos que le molesta el humo. Llama la atención el que un Cristo clavado en la Cruz lo festejemos en son de fiesta y fiestas de júbilo: aplausos, fuegos artificiales, ¿follas, isas...?

Todo cabe. No es Viernes Santo. Es la Exaltación de la Santa Cruz. Es la Glorificación; es el triunfo; pues Cristo padeció, murió y resucitó glorioso para no volver a morir.

Hoy vive glorioso en la geografía de los cinco continentes. Pero acaso falta un detalle en estos festejos. Es que el Cristo del Viacrucis sigue vivo y llevando la Cruz.

¿Estamos deslumbrados por las fiestas y no lo vemos? Todos los que nos honramos con el título nobiliario de cristianos es porque estamos incorporados a Cristo; porque Cristo vive en nosotros y nosotros somos otros Cristos.

Y estos Cristos, que somos nosotros, estamos haciendo el Viacrucis con Cristo.

Este Viacrucis pasa por todas las calles, por las plazas, por los pueblos y por las ciudades, por los valles y por los montes.

Los niños que van al colegio jugueteando llevan la Cruz de su Viacrucis; los obreros que van al campo cargan con su Cruz y el que va a la oficina y los que van a las salas de fiesta cargan con la Cruz, como los que van detrás de un féretro, parientes o amigos.

El camposanto está sembrado de cruces visibles de madera, de metal o de mármol, símbolo del fin de su Viacrucis.

Los que aún no hemos terminado el Viacrucis llevamos las cruces invisibles o tapadas.

La verdad es que todos, hombres y mujeres, niños y ancianos, sin diferencia de edad, ni de sexo, ni de categorías; pobres o ricos; sabios o ignorantes somos actores en este Lingente Viacrucis. 

Se pisará fango o alfombras; será en la choza o en el palacio... donde quiera que haya un cristiano habrá una cruz y un Cristo que la lleve. ¿Has caído en la cuenta?

Miles y millones de cristianos van como Cristo despojados de sus vestidos, harapientos, hambrientos y sedientos de caridad y de justicia.

Miles y millones de desheredados de la fortuna caen con la cruz de la enfermedad en los hospitales o en tugurios sin más consuelo que las lágrimas y los ayes de quienes aman, pero no tienen para comprar las medicinas y los alimentos. Mira los millones que caen con la cruz en las cárceles o salen expatriados para buscar la paz y el pan.

Son millones los que llevan la cruz de los parias, de los postergados, de los calumniados o incomprendidos.

¿No caes en la cuenta de que es Cristo quien nos ha dicho: Bienaventurado porque tuve hambre, sed; porque enfermo me visitaste... O bien, maldito, porque tuve hambre, tuve sed, estuve enfermo y no me socorriste...?

¿Será verdad que exaltamos la cruz y humillamos, crucificamos a nuestros hermanos?

En aquel Viacrucis del Viernes Santo los verdugos fueron la envidia y el odio. ¿No serán hoy el odio y la envidia los verdugos que ha-cen del mundo un gigantesco Viacrucis?

Ante ese Cristo de La Laguna o de cualquier iglesia, hagamos un examen de sinceridad. Creo que nuestro corazón nos obliga a ser nobles escogiendo entre ser víctimas o verdugos.

Si llevamos la cruz esperemos que Cristo, por nuestros hermanos, nos ayude, haciendo de Cireneo. Y si nuestra cruz es ligera hagamos de Cireneos ayudando a Cristo en nuestros hermanos. A Cristo no le podemos ayudar en su persona. Debemos ayudarle en los Cristos que son de carne y hueso y conviven con nosotros. Muy fácil nos sería este oficio de Cireneos si viéramos que la Madre que hizo el Viacrucis con Cristo, es nuestra Madre y nos acompaña en nuestro Viacrucis, obligándonos a ser verdaderos y auténticos cristianos y hermanos.

Serafín del Río C.M.F. 

El Cristo de La Laguna fue ayer centro de fe en Tenerife 15/09/1989

El espíritu de las Fiestas del Cristo penetró en miles de fieles

La Laguna celebró ayer, con gran solemnidad, sus tradicionales Fiestas del Cristo, presididas, en representación de S.M. el Rey de España, por el presidente del Parlamento de Canarias, Victoriano Ríos. Si bella fue la procesión del mediodía, conocida con el nombre del Retorno, más aún lo fue la de por la noche. Al recorrer la ciudad, el Cristo emocionó, una vez más, a la enfervorizada muchedumbre, al ver oscurecerse e iluminarse, al contacto con los ornatos luminosos, a su Divina Serenidad morena ante el dolor voluntariamente sufrido por los hombres que, en el septiembre festivo de Aguere, se hace amor y alegría. Los fuegos artificiales estuvieron soberbios. De nuevo fueron válidos los versos de Antonio Zerolo: «De pronto, ¡qué momento de emociones!,/un formidable estrépito resuena,/que hace el espacio retemblar y atruena/como el ronco fragor de cien cañones». 

La ciudad volcó todos los afanes de fiesta y fe en su Santísimo Cristo 15/09/1989

La ciudad de San Cristóbal de La Laguna volcó ayer todos sus afanes de fiesta y fe en la venerada imagen del Santísimo Cristo moreno. El toque de las campanas y los tambores, en alegre diana festiva, despertaron al pueblo para que, con amor, devoción y alegría, viviera intensamente el día principal de las fiestas mayores laguneras en el mes de septiembre. S.M. el Rey de España, Don Juan, Carlos I, como Esclavo Mayor Honorario Perpetuo, estuvo representado por el presidente del Parlamento de Canarias, Victoriano Ríos, quien pasó revista a las fuerzas de Artillería en formación frente a la Catedral. El cardenal Javierre, en la Homilía de la función religiosa, dijo que la eucaristía es el misterio gozoso de la Cruz. En solemne procesión, el Cristo fue trasladado a su Real Santuario para —ya por la noche— recibir grandes exhibiciones pirotécnicas en la Torre de la Concepción, plaza de San Francisco y El Risco de San Roque. 

La Laguna (Corresponsal).—Los actos del día grande de las Fiestas del Cristo de La Laguna se iniciaron ayer, a las 10,30 horas, con el traslado del Pendón de la Conquista desde las Casas Consistoriales a la Catedral. Lo portó el concejal Tomás Morales, del Ayuntamiento lagunero, acompañado por Valeriano de Armas, de la Corporación santacrucera, y el teniente de Artillería José Miguel Morro.

Entre las autoridades presentes figuraban el alcalde de La Laguna, Elfidio Alonso; vicepresidente del Gobierno de Canarias, Vicente Alvarez Pedreira; vic-consejero de Cultura, Juan Manuel García Ramos; capitán general de Canarias, Angel Santos Bobo; gobernador civil, Julio Pérez; Antonio Daroca Sicilia, en representación del presidente del Cabildo Insular de Tenerife; vicepresidente primero del Parlamento de Canarias, Francisco José Manrique de Lara; Oscar González, en representación del presidente de la Audiencia, y Luis Suárez Trenor, en representación del alcalde de Santa Cruz, junto a otros representantes de diferentes corporaciones municipales de la Isla. El cuerpo consular lo representaron los siguientes cónsules: el decano, Marcos Ramón Pérez-Aldana (Honduras), Genaro Verde (Venezuela), Juan Pérez Castro (Filipinas), Evaristo Cardel Cristellys (Austria), Nicolás Alavara (Portugal), Jaime Urioste (Bolivia), Efrén José Ruiz (Costa Rica), Jesús Ramos Duque (Colombia), Jean Dekany (Francia) y Merete Jantzen (Dinamarca).

A las 11 llegó a la plaza de la Catedral el presidente del Parlamento de Canarias, Victoriano Ríos. Pasó revista a las tropas y, a la entrada de la iglesia, recibió el bastón de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Cristo, de manos de su Esclavo Mayor, José Siverio.

La misa fue cantada por el Coro del Orfeón «La Paz» y oficiada por el cardenal Antonio María Javierre y los obispos de las diócesis de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, doctores Damián Iguacen Borau y Ramón Echarren Isturiz. 

LA EUCARISTIA, MISTERIO DE LA CRUZ 

El cardenal Javierre invitó a los fieles a meditar sobre el sacramento de la eucaristía, que, a su entender, representa el misterio gozoso de la Cruz. A continuación contó una anécdota:

«Advertí, en cierta ocasión, que uno de mis monaguillos besaba a escondidas la hostia destinada a la eucaristía. Quise darle una lección presumiendo su ignorancia. No era tal. El muchacho sabía perfectamente que aquella hostia era puro pan. Pero sabía, también, que era inminente la venida del Señor bajo los velos eucarísticos, y me dijo que quería, sencillamente, darle un beso de bienvenida. Estupendo. El beso de un niño a un amigo que pasa a nuestro lado. Porque esa fue, precisamente, la Pascua, tránsito, un paso del Señor que reitera a diario en la eucaristía».

Más adelante resaltó que en la eucaristía está la pasión de Jesús y encontramos la certeza de la gloria que nos espera. Se refirió, luego, a que existe un museo que colecciona las patentes de los inventos realizados por los hombres a lo largo de la Historia, y apostó a que, por escaparse a la potencia humana, falta la eucaristía, «el invento más portentoso». Estableció el cardenal Javierre una relación entre la eucaristía y la Cruz, porque mientras la primera es la realidad sacramentada que apunta la señal de la Cruz, ésta, a su vez, es imprescindible en la celebración eucarística por muy austera, pobre y festiva que se suponga. 

VICTORIANO RIOS, REPRESENTANTE REAL 

Victoriano Ríos, antes de comenzar el acto, manifestó a EL DIA lo que representa para él ser esclavo del Cristo: «Es un deseo que tenía hace muchos años, ya que mi padre también fue esclavo desde pequeño. Por una serie de circunstancias pasaron los años sin poder hacer realidad la ilusión. Tengo gran de voción al Cristo. Recuerdo con mi padre en el varal trasero del lado izquierdo, donde se ponía siempre en la Procesión de Madrugada. Cuando me impusieron la Medalla de Ia Esclavitud, se acumularon un serie de sentimientos y sensaciones». El representar al Rey de España, según indicó, «es un honor como lagunero y tinerfeño como persona en sí y como presidente del Parlamento de Cananas». 

JOSE SIVERIO, ESCLAVO MAYOR 

El Esclavo Mayor del Cristo José Siverio, después de mostrar su satisfacción por lo bien qu están saliendo las fiestas y por el cargo que ostenta en la Esclavitud, envió el siguiente mensaje «Mirar al Cristo y dar cré dito a esa copla que dice que sus labios no se mueven pero sin embargo nos hablan. Mira al Cristo. No hace falta ni si quiera hablarle, porque a como El, como imagen, no habla, aunque lo hace de corazón, nosotros, sin necesidad é rezar ni hablar, sino sólo mirándole, creo que ya tenemos oración y plegaria suficiente Y, además, es que El nos escucha». 

Peregrinación de los esclavos del Cristo a Candelaria 

Con motivo del I Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen morena 

La Laguna (Corresponsal).—El domingo, día 22, a las 9,30 horas, de la plaza del santuario del Crucificado de Aguere, saldrá una peregrinación de esclavos del Cristo lagunero hacia Candelaria, para visitar a la Virgen morena con motivo del I Centenario de su Coronación Canónica.

Los esclavos irán en autocar acompañados de sus familiares y almorzarán en la Villa Mariana. Desde la entrada a Candelaria harán a pie el recorrido en procesión —rezando el rosario—hasta la Basílica, donde participarán en la celebración de la eucaristía. Al finalizar la misa, acompañarán a la Patrona de Canarias por los alrededores de la plaza.

La Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna considera que el I Centenario de la Coronación de la Virgen de Candelaria «es una conmemoración muy importante en la historia religiosa de nuestras islas. Y nosotros, miembros de una asociación piadosa, histórica y de tanto prestigio como nuestra Esclavitud, vamos a tomar parte activa en tal efemérides, ofreciendo nuestro homenaje colectivo a María Santísima Nuestra Señora».

La Esclavitud hace un llamamiento a todos sus miembros en los siguientes términos: 

«Debemos acudir a este acto masivamente para su mejor realización y provecho espiri-tual de nosotros mismos y de nuestros familiares y amigos. Daremos un ejemplar testimonio de religiosidad, de disciplina asociativa y de devoción a la Virgen María».

Al frente de la Esclavitud irá su Esclavo Mayor, el Padre José Siverio Pérez. 

AL ALCALDE DE CANDELARIA

.— En un acto de fraternidad de la Esclavitud del Cristo de La Laguna, al que asistieron 433 personas —de ellas doscientos esclavos—, el Esclavo Mayor, don José Siverio, entregó un cuadro del Santísimo Cristo de La Laguna al alcalde de Candelaria, don Rodolfo Afonso Hernández, con motivo de la peregrinación a dicha villa por el centenario de la Coronación de la Virgen. 

Retiro espiritual de la Esclavitud del Cristo 

En breve se abrirá el museo del Crucificado moreno 

La Laguna (Corresponsal).—En cumplimiento de las disposiciones estatutarias, el jueves, día 21, a las 19 horas, se celebrará un retiro espiritual de los miembros de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna.

Los actos se desarrollarán en el Santuario del Crucificado moreno. Comenzarán con una celebración penitencial y plática a cargo del capellán o Hermano Compañero de la Esclavitud. Con motivo de la Navidad, tendrá lugar al final un encuentro fraternal de todos los esclavos, a los que el Esclavo Mayor, José Siverio, les ofrecerá una copa de vino del país. 

En breve será abierto el Museo del Cristo, con exposición permanente de alhajas, archivo y objetos de culto de la devota Imagen. Esta iniciativa se hará realidad gracias a los desvelos y gestiones de José Siverio y junta de gobierno que preside. Se espera que la inauguración se lleve a cabo en la primera quincena de enero de 1990. 

La Esclavitud, también, nos informa que está remitiendo a sus miembros sus nuevos estatutos, adaptados a la normativa del vigente Código de Derecho Canónico y disposiciones diocesanas.