El besapié de los cinco siglos de fe. 10.09.2019
Cientos de fieles se congregan en el santuario lagunero para asistir a la ceremonia del descendimiento de la imagen, uno de los actos religiosos más destacados de las celebraciones.
El Cristo de La Laguna volvió ayer a ser testigo de la fe de los vecinos. La eucaristía y la posterior ceremonia del descendimiento y besapié de la imagen congregaron un año más a cientos de fieles en el real santuario lagunero, donde el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, destacó la erosión que tiene en los dedos de los pies y en el costado. Un detalle que en el proceso de limpieza y mejora se quiso mantener.
El prelado explicó que este detalle se percibió durante los trabajos de restauración de la imagen y "se dejó como estaba porque es una característica que nos habla del testimonio de fe de cinco siglos. Es una prueba de la devoción del pueblo de Dios a esta imagen. Ese desgaste que tienen la llaga del costado y los pies es el de nuestros labios al besar la imagen. Es todo un gesto de gratitud al Señor", indicó. "Las fiestas del Cristo son el banquete que Cristo prepara para nosotros, para que vivamos y nos nutramos de él", afirmó Bernardo Álvarez durante la mañana: "Aprovechemos todo lo que el Señor nos quiere dar y ofrecer durante estas fiestas".
La jornada en el santuario del Cristo dio comienzo a las once de la mañana con la eucaristía, que reunió a cientos de feligreses, muchos de los cuales tuvieron que permanecer en pie cuando los espacios en los bancos del templo estuvieron llenos. A ellos se unieron diferentes grupos de turistas que también acudieron a la cita religiosa, que además contó con la participación del coro del Círculo de Amistad XII de Enero de Santa Cruz de Tenerife.
Tras la homilía del obispo tuvo lugar la ceremonia de la imposición de las medallas a los nuevos esclavos: Miguel Ángel Navarro, Pedro de Ponte Ramboux, Cristóbal de Ponte Ramboux y Mateo Luciano Pérez. A continuación, se llevó a cabo el descendimiento de la imagen del Cristo y comenzó el besapié, que se prolongó durante algunas horas debido a la gran cantidad de personas que se congregaron en esta cita, una de las principales del programa de actos religiosos de las fiestas del Cristo de La Laguna. Fue en ese momento cuando se comenzaron a escuchar las salvas en honor a la venerada imagen.
La jornada finalizó con la procesión del traslado, que desde las seis y media de la tarde recorrió las calles laguneras para que el Cristo se desplazara desde el santuario hasta la catedral, donde permanecerá hasta el sábado, día grande de las fiestas.
Pasión en el día grande de las Fiestas del Cristo en La Laguna.14.09.2019
La procesión volvió a llenar las calles del casco histórico de Aguere
La figura del Cristo en la cruz emerge en la puerta de la Catedral al mismo tiempo que retumbaba el repique de campanas con los acordes del himno nacional de fondo, dando trascendencia al momento especial previo a su recorrido con escolta militar y por los miembros de la Esclavitud del Cristo por las calles de La Laguna.
Fue uno de los instantes más esperados del día grande de las Fiestas del Cristo de La Laguna, uno de los más simbólicos y emotivos de los programados y que dio pie, nuevamente, a la tradicional procesión para llevar la "sagrada imagen" a su lugar de exposición, el santuario de la plaza del Cristo.
Delante de la comitiva, el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, en su papel de representante del Rey, presidía el acto.
En medio, el respeto de la comitiva se adueño del entorno durante el recorrido por la calle Juan de Vera. Allí, en esa primera parte del tramo, los fieles y visitantes se quedaron inundados de fe ante la una de las imágenes más hermosas de Canarias, "un modelo que es más que una imagen que no es solo parte de La Laguna, sino también de Tenerife y de Canarias", llegó a decir uno de los asistentes a la procesión.
Pasión por el Cristo de La Laguna.15.09.2019
La imagen vuelve a ganar el corazón de fieles y visitantes durante su traslado al santuario en un tradicional acto en el que la sobriedad fue la nota más destacada de la jornada.
La figura del Cristo en la cruz se empezó a divisar en las puertas de la Catedral al mismo tiempo que retumbaba el repique de campanas con los acordes del himno nacional de fondo, dando trascendencia al momento previo a su recorrido por las calles de Aguere con escolta militar y miembros de la Esclavitud del Cristo.
Fue uno de los instantes más esperados del día grande de las Fiestas del Cristo de La Laguna, uno de los más simbólicos y emotivos de los programados y que dio pie, nuevamente, a la tradicional procesión para llevar la sagrada imagen a su lugar de exposición, el santuario de la plaza del Cristo.
Y delante de la comitiva, el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, en su papel de representante del Rey, presidía el acto acompañado de autoridades civiles y militares, así como miembros de las corporaciones más importantes de Canarias.
El respeto del grupo se adueñó del lugar durante el recorrido por la calle Juan de Vera. Allí, en esa primera parte del tramo, los fieles y visitantes reflejaban en sus rostros la fe ante una de las imágenes más hermosas de Canarias, "un modelo que es más que una imagen y que no es solo parte de La Laguna, sino también de Tenerife y de Canarias", llegó a decir uno de los asistentes a la procesión.
Y se sucedían los comentarios: "Esa cara transmite tranquilidad, reconforta el alma y recuerda que siempre hay quien vele por nosotros. Da igual que seas creyente o no, pero los corazones se llenan al ver la grandeza de una figura tan querida", explicó Sonia, vecina de El Rosario, para quien "por nada del mundo me perdería este momento".
Esa representación de cuidada tez morena que data del siglo XVI siguió haciéndose fuerte en San Agustín o en Nava y Grimón, donde los fieles y acompañantes, bajo un sol que raja las piedras, no paraban de comentar "la importancia de mantener las tradiciones en unos tiempos poco propicios", tal y como sugirió Juan, un vecino de La Laguna que acudió acompañado por su familia y amigos venidos desde Santa Cruz y que hicieron suyo el comentario, exaltando la figura en la cruz que pasaba frente a ellos.
En Los Remedios, el grupo Peregrinos del Puerto de la Cruz, conformado por unos 50 integrantes, ponía en valor la cita de las Fiestas del Cristo de La Laguna, al igual que las de Tacoronte o Icod de los Vinos, "una auténtica familia cristiana que hacemos nuestras peregrinaciones, incluso, a otros puntos de la Península y de Europa", destacó con alegría una de las componentes. Recordó, como ejemplo, que en noviembre el grupo se va al Cerro de los Ángeles porque se cumple el centenario de la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús.
Ese optimismo tiene su contrapeso, explicando que "siempre rendimos respeto a la iglesia, pero vemos que las cosas se están perdiendo porque la sociedad está mucho menos implicada en la palabra de Dios. Y también el respeto al prójimo se va difuminando".
La procesión del Cristo concluyó a las puertas del santuario del mismo nombre, con Luis Yeray Gutiérrez como representante del Rey siendo testigo, junto a otros miembros de la corporación y de otros ayuntamientos y consejeros del Gobierno de Canarias y Cabildo, de un desfile militar que acaparó aplausos entre el público y que cerró la jornada previa a los tradicionales fuegos artificiales, ya por la noche.
Pero la jornada empezó temprano. A las 10:15 horas estaba previsto el comienzo del traslado del pendón desde la Casa Consistorial hasta la Catedral, honores concedidos al edil de Urbanismo lagunero, Santiago Pérez, y la concejal de Deportes santacrucera, Elena Mateo.
Allí, con diez minutos de retraso, el himno nacional acordaba el inicio del acto solemne sin ningún tipo de incidencia. En el recuerdo quedaban los disturbios producidos el 27 de julio de 2006 por las calles de La Laguna con motivo del traslado del pendón fundacional de la ciudad.
Nada que ver. Respeto impresionante que recordó que las manifestaciones ya eran parte del pasado y que han quedado grabadas en la historia. A las puertas de la Catedral, el esclavo mayor del Cristo, Francisco Doblas, hizo entrega al representante del Rey del bastón de plata de la Esclavitud, ante la imponente formación de los soldados frente a la plaza de Los Remedios.
Ya en el interior del templo, el obispo de la Diócesis, Bernardo Álvarez, presidía la eucaristía y la homilía fue asumida por el obispo emérito de Albacete, monseñor Ciriaco Benavente.
Con posterioridad, el protocolo se volvía a cumplir cuando, una vez concluido el acto en el interior de la Catedral, la imagen del Cristo empezó a asomar a las 12:45 horas por sus puertas, tras lo cual fue escoltada por las calles de Aguere hacia su santuario. Más tarde, a las 20:00 horas, nueva procesión por el callejero y vuelta para cerrar el día con los fuegos artificiales tirados desde la ladera de San Roque.
Nuevamente, La Laguna se rendía a su Cristo en el día grande de sus fiestas.
Patrimonio 'blindado' contra el fuego. 09.10.2019
Las medidas contraincendios en el casco experimentan avances desde 2006, cuando ardió el Obispado, aunque continúa quedando camino por andar
El interior de la Casa Salazar, sede del Obispado de Tenerife y rehabilitada tras el incendio de 2006, y el Santuario del Cristo de La Laguna, que fue mejorado en los últimos años.
Los principales inmuebles religiosos presentan mejoras notables en sus sistemas
Aquel mediodía fatídico del 23 de enero de 2006 marcó un punto de inflexión en la lucha contra los incendios en los inmuebles históricos del casco lagunero. Las llamas que devoraron prácticamente por completo la Casa Salazar, sede del Obispado de Tenerife, demostraron que edificios de este tipo debían contar con una seguridad óptima. Poco a poco, y casi siempre al compás de obras más amplias de rehabilitación, ese blindaje contra el fuego ha ido llegando. Al menos ha sido así en el caso de la Iglesia, que se ha visto obligada a actualizarse. Lo ocurrido el viernes con el incendio del Ateneo vuelve la mirada hacia el camino recorrido.
El Obispado consiguió abrir de nuevo sus puertas en 2009 y, evidentemente, lo hizo con dispositivos para la lucha contra las llamas. El portavoz de esta institución religiosa, el sacerdote Antonio Pérez Morales, detalla que el recinto cuenta con un sofisticado mecanismo que incluye detector de humos y aspersores de agua, así como un aljibe de 20.000 litros con sistema de bombeo automático. Se une a lo anterior una red centralizada de alarmas de cada departamento, que tiene vigilancia permanente, y también un generador de corriente autónomo por si falla la electricidad. "Se le ha dado la mayor importancia a la seguridad", afirma.
El deán de la Catedral de La Laguna, Juan Pedro Rivero, califica de "paradigmático" el dispositivo de detección y extinción de incendios de la Casa Salazar. "Vienen a visitarlo técnicos de la Unesco", indica. Concretamente, Rivero se refiere a ese inmueble durante su explicación de la situación de la Catedral, de la que es el máximo responsable. "En todo lo que ha sido restaurado recientemente se cumplen los protocolos del Código Técnico de la Edificación sobre la detención y extinción de incendios", afirma. En todo caso, y más que en el templo en sí mismo -debido a que es de hormigón-, el riesgo mayor lo tienen en la casa-museo de la calle Bencomo. Presentada meses atrás su rehabilitación, cuenta con mecanismos para la detección de incendios ajustados a los parámetros establecidos y un sistema de extintores, "clasificados para si el fuego es de origen eléctrico, si se vincula a la madera... porque no todo se apaga con agua", puntualiza.
Casuística amplia
La casuística de los palacios, casas señoriales y hasta de otras iglesias menores de La Laguna no siempre es la deseada, fundamentalmente por el factor económico. Suele haber, eso sí, una voluntad de adaptarse. Un ejemplo se encuentra en los salones parroquiales de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán. "La obra, que está en marcha, lleva incorporada la detección de incendios, como ocurre con cualquier proyecto actual que se realice de restauración de edificios emblemáticos y de patrimonio", expresa Juan Pedro Rivero, también párroco de ese templo, igualmente dotado de mecanismos que alertan del fuego y con los correspondientes extintores.
Entre las restauraciones más ambiciosas que se han realizado en los últimos años sobre el patrimonio inmueble religioso se encuentra la obra del Real Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna. Aquellos trabajos culminaron en marzo del pasado año y venían a dar respuesta a una "preocupación" de la Esclavitud del Cristo, según explica su máximo responsable, Francisco José Doblas González de Aledo. "Ya tenemos ahora unas instalaciones de protección contraincendios de última generación, es decir, con todos los requerimientos del Código Técnico de la Edificación, al máximo nivel, porque el Santuario, entre otras cosas, alberga la imagen del Cristo y su retablo de plata, que son de gran valor histórico-artístico", manifiesta.
Doblas plantea que, antes de la rehabilitación, los recursos contraincendios "casi que eran inexistentes", al tiempo que la instalación eléctrica de todo el templo estaba "obsoleta". No en vano, asevera que una "importante partida" de la restauración fue dirigida a cambiar "absolutamente toda" la red eléctrica. "Ahora mismo podemos decir que el inmueble del Santuario se encuentra totalmente protegido en medidas contraincendios, sistema eléctrico y aislamiento térmico, acústico y pluvial", refiere sobre el conocido templo.
"Voz de alarma" de la Esclavitud
Pese a lo anterior, la tranquilidad de la Esclavitud no es completa y lanzan una "voz de alarma". "¿Cuál es nuestra preocupación ahora y la mía en concreto? Acabar todo. No tiene mucho sentido que tengas un inmueble finalizado y que el resto que están pegados, y que forman parte de un mismo conjunto, no tengan esas mismas medidas de seguridad", expone el líder de la Esclavitud, que precisa que ya tienen los permisos y que los trabajos los comenzarán en breve, pero que la culminación del proyecto depende de los fondos de la institución insular.
"El Gobierno de Canarias ya nos ha dado una subvención, pero la otra parte la ponía el Cabildo y una parte menor, el Santuario", comenta. "Nosotros ponemos la voz de alarma en que, si queremos salvaguardar todo ese patrimonio, necesitamos que venga el resto de la subvención del Cabildo para los trabajos", señala.
Un aljibe de 20.000 litros y otros mecanismos
La sede del Obispado cuenta entre sus sistemas contraincendios con un aljibe de 20.000 litros de agua con sistema de bombeo automático (en la imagen superior). Se unen a lo anterior varios mecanismos más, como los bidones de la fotografía inferior.
La Esclavitud del Cristo de La Laguna modificará sus estatutos 27.11.2019
La Esclavitud del Cristo de La Laguna ha iniciado un proceso de modificación de estatutos que, entre otros aspectos, propone cambios en el modo de entrada y en la duración de sus cargos, que se ampliaría a tres mandatos o se suprimiría. Estas alteraciones están publicadas en la web del colectivo. Además, el actual esclavo mayor anuncia que no aspira a presentarse de nuevo.