FIESTAS DE SEPTIEMBRE DE LA CIUDAD DE LA LAGUNA (ISLA DE TENERIFE) EN HONOR DEL STMO. CRISTO
SEPTIMEBRE 1924
El programa de los actos que este mes se celebrarán en La Laguna, con motivo de las festividades del Cristo y su octava y San Miguel, es el que sigue:
DÍA 7, DOMINGO. A las tres, encuentro de fútbol, de la discusión del medallón de don Sixto M. Machado, entre los equipos Iberia y Tenerife.
A las cinco, bendición de automóviles en la plaza de la Catedral, adjudicándose premios al'os coches que vayan mejor adornados.
A las cinco y media, batalla de flores, sepertinas, confètis en la plaza de la Concepción.
De diez a doce de la noche, concierto por las bandas de música y orfeones de la localidad en la misma plaza, quemándose varias piezas de artificio.
DlA 8. A las once de la mañana, función religiosa de los Remedios, en la Catedral.
A las cuatro de la tarde, encuentro de futbol.
A Ias seis, procesión de los Remedios.
A las diez de la noche, verbena en la plaza de la Concepción.
DÍA 9. De diez a doce de la noche, concierto por lá banda La Fe, en la Alameda del Adelantado.
DÍA 10. A las cinco de la tarde, tiro de pichón en el campo Hespérides.
DÍA 11. A las cinco, flesta deportiva en el Estadio del Hespérides.
A las diez de la noche, paseo en la calle de la Carrera, ameniaado por la Banda municipal de música.
A las once y media, verbena en las canchas de tennis de la sociedad Hesperides.
DÍA 12. A las once de la mañana, función religiosa en la capilla del Cristo, con ei Desceodimiento.
A las cinco de la tarde, carreras de cintas en automóvil, con premios, en la plaza de San Francisco.
A las nueve y media de la noche, homenaje a Guimerá.
A las diez y media, cabalgata, que partirá de la plaza de San Francisco.
DÍA 13. A las cinco de la tarde, carrera de cintas a caballo, en la plaza de San Francisco.
A las diez de la noche, verbena en la plaza de San Francisco.
A las doce, concurso de fuegos artificiales, con premios.
A las doce y quince, verbena en las canchas de tenis del Hespérides.
DÍA 14. A las siete de la mañana, dianas por las bandas de música.
A las diez y media, traslado de la imagen del Cristo a la Catedral, función reilgiosa, sermón por el Deán, don Enrique González Medina, y el orfeón "La Paz".
A las cuatro, encuentro de fútbol entre un equipo de Las Palmas y otro de Tenerife.
A las cinco, concierto por varias bandas de música en la plaza de San Francisco.
A las siete, procesión del Cristo, con los fuegos de la Torre, LA ENTRADA, risco y portales.
A las diez, verbena ea ia plaza de San Francisco.
A las doce. fiesta de pirotecoia en la misma plaza.
DÍA 15. A las cinco de la tarde, partida de fútbol entre los dos equipos del día anterior.
DÍA 16. A las diez de la noche, concierto en la alameda del Adelantado.
DÍA 18. A las cinco, fiesta deportiva en el campo Hespérides.
A las diez de la noche, concierto en la plaza del Aielantado.
DÍA 20. A las once de la noche, festival en el campo Hespérides.
DÍA 21. A las tres de la tarde, encuentro de futbol.
A las cinco, carrera de cintas en biciicleta, en la plaza de San Francisco.
A las siete y media, procesión del Cristo 7 y fuegos de la entrada.
A las 10 de la noche, verbena en ia plaza de San Francisco.
DÍA 28. A las cinco de la tarde, encuentro de fútbol.
A las diez de la noche, verbena en la alameda del Adelantado.
DÍA 29. A las tres de la tarde, el clásico paseo.
A las seis, coso en la alameda del Adelantado. A las diez de la noche, verbena en las misma plaza y fiesta piroténcica.
Solemnes actos en honor del Santísimo Cristo de La Laguna
Traslado del Cristo a la Catedral.
Como se había anunciado, el domíngo último, a las diez y media de la mañana, se celebró en la Santa Iglesis Catedral de esta Diócesis una suntuosísima función religiosa en honor del Santísimo Cristo de La Laguna.
Desde su Real Santuario da la plaza de San Francisco, fué trasladada ese día, a las nueve de la mañana, al templo Catedral dicha milagrosa y popularisima Imágen, seguida de extraordinario núinero de fieles.
A dicha procesión asistieron la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud; el Ayuntamlento, con maceros, en al que formaba una representación del Municipio de esta capital; y varios jefes y oficiales de Artillería. Cerraba la comitiva la Banda municipal de La Laguna.
La entrada dei Santísimo Cristo en la Catedral se hizo con la solemnidad ds costumbre.
La representación del Monarca.
Poco antes de dar comienzo la función religiosa, llegó a la Catedral el Excmo. Sr. capitán general de la Región, don Leopoldo de Heredia Delgado, que asistió a dicho acto ostentando la augusta representación de S. M. el Rey don Alfonso Xil l que es Esclavo Mayor Perpetuo de la mencionada Esclavitud.
En el atrio del sagrado templo fué recibido el representante del Monarca, por una comisión del Excmo. Cabildo Catedral. Fuerzas de la Batería de Montaña de Tenerife y la Banda de música del regimiento de Infantería Tenerife Rám, 64 tributaron honores reales a la entrada y salida del templo, del capitán general de Canarias, que iba seguido de su ayudante de campo comandante de Artilieíía señor Iglesias y del comandante militar de La Laguna, comandante de la expresada Arma don Salvador Clavijo Bethencourt.
La solemne función Religiosa.
A la hora anunciada dió comienzo en la Catedral la función religiosa, que revistió una gran solemnidad.
Las amplias naves del hermoso templo, estaban totalmente ocupadas de fieles.
Por el orfeón La Paz y un coro de niños se cantó, con notable maestría, la preciosa misa del maestro Ravanello.
Elocuente oración sagrada
Este año fué encargado de pronunciar la oración sagrada en dicho acto religioso, el Ilustre Deán de Tenerife y prestigiosísimo lagunero, don Enrique González Medina, reputado como uno de los más notabes y elocuentes oradores de nuestra DIócesis.
Su discurso, elocuentisimo e Inspirado, demostró, una vez más, la sólida cultura y los profundos conocimientos del Deán de Tenerife, a quién se oye con admiración siempre que ocupa la cátedra del Espíritu Santo.
El Sr. González Medina empezó su exordio, manifestando que si ia Jerusalem de la tierra ha podido alguna vez remedar, de una manera ostentosa, las grandes solemnidades de la Jerusaiem de los cielos, ese remedo sublime lo estábamos contemplando en aquel Cielo de ternura, en equel Paraíso de amor que en dichos momentos formaba en el santo templo Catedral la presencia de las venerandas Imagenes del Santísimo Cristo de La Laguna y de Nuestra Señora de los Remedios, tan conocidas de las familias tinerfeñas, tan conocidas y amadas, sobre todo, de los atribulados.
Dedica frases del más sentido elogio a S.M. el Rey don Alfonso XllI el Soberano católico y patriota, por excelencia; y hace resaltar el que nuestro popular Monarca, como Esclavo Mayor Perpetuo de a Pontificia. Real y Venerable Esclavltud del Santísimo Cristo de La Laguna, asiste a dicho acto religioso, ya que no en persona, representado por la del Excmo. señor capitán general de este Distrito, tan digno, por su valor e hidalguía, de haber sido elegido su delegado y representante. También consegra un saludo cariñoso al Excmo. Cablido Cetedral, beneficiados, clero patroqulal, P. P. franciscanos, Con gregaciones reilgiosas, sociedades, corporaciones y demás elementos sociales que llenaban las naves del augusto templo y henchían sus bóvedas y expresaban de mil maneras su eterno vasallaje al Santísimo Cristo.
Dicha salutación la termina el Sr. González Medina con estas sentidas frases: «Gloría al Señor de La Lagune! Honor y prez a los católicos tinerfeños dignos sucesores de los Conquistadores en el amor y devoción hacia el Santísimo Cristo! ¡Honor y prez a los buenos padres franciscanos, fieles imitadores de los primeros sembradores del Evargaílo en estas peñas solitarias del Atlántico!.
Habla de lo que significa la presencia de tan extraordinario núnero de fieles en dicho acto religioso, en el que se venera al Santísimo Cristo de La Laguna, ya que El se ha obígado voluntariamente a protegernos, prosperarnos y amarnos de ígual manera como a hijos suyos y exclavos de su realeza.
En períodos elocuentes y eruditos habla de la empresa conquistadora, civilizadora y cristiana que llevó a cabo España en esta tierra tinerfeña.
Hizo una semblanza inspiradísima de San Francisco, cuyos hijos se consagran hoy con todo celo y fervor religioso al culto del Santísimo Crlísto de La Laguna.
En párrafos conmovedores hace desfilar por sus oyentes el ensueño de los P. P. franciscanos para !a predicación de la Divina palabra en Tenerife, ensueño que se convierte en realidad, primero en un santuario rústico consagrado al Santísimo Cristo, y después con la edificación de una espléndida capilla.
Recuerda !a marcha de la Batería de Montaña de Tenerife a la campaña de África, en Septiembre de 1921, la emocionante despedida que le hizo nuestro pueblo, en presencia del Santisimo Cristo de La Laguna, y el feliz regreso a los hogares isleños de todos los que constituían aquellas aguerridas fuerzas, a las que ni un solo Initante les faltó la protección Divina.
Entona un himno de acendrado amor a España y habla de los deberes que todos sus hijos deben cumplír siempre que la patria reclame el sacríficio de sus vidas, para defenderr el honor nacional.
Termina su notabilísimo discurso, diciendo que esta es la hora de las grandes gratitudes tinerfefias a la Religión y a la Patria, y que en esta hora Tenerife reconoce su deuda y besa en la frente a la Madre España.
El ilustre Deán de Tenerife fué muy felicitado por su megistral oración sagrada, que sentimos no poder trasladar integramente a estas columnas, y de la que solo damos a nuestros lectores una referencia demasiado incompleta.
GACETA D E TENERIFE también se complace en unir sus felicitaciones más sinceras a las que por su noteble discurso ha recibido nuestro respetable amigo don Enrique Ganzález Medina.
Al Santuario del Santísimo Cristo.
Una vez terminada tan solemne función religiosa, el Santísimo Cristo de La Laguna fué trasladado, procesionl'mente, a su santuario de la plaza de San Francisco.
Inmenso gentío seguía a la procesión, que recorrió el trayecto de costumbre, con asistencia de las mismas representaciones oficiales que a su llegada al templo Cátedral.
La procesión de la tarde
Por la tarde. a las siete, salió procesionalmente, desde su Santuario, el milagroso Cristo. Millares de personas seguían la procesión y se agolpaban a su paso en todas las calles del trayecto.
Cuando, después de les nueve de la noche, la procesión llegaba a su inmensa plaza de San Francisco, ésta presentaba un imponente y animadísimo aspecto, siendo incalculable el nímero de personas que la ocupaban en toda su extenctón.
El derroche de coetes y fuegos artificíales que se hizo en el momento culminante de la ENTRADA, constituyó, como siempre, un espectácuío inimitable y de emocionante grandiosidad. Con lo que se dieron por terminados los actos religiosos que en honor del Santísimo Cristo de La Laguna, se celebraron el domingo útimo en la vecina ciudad.
17 de septiembre de 1924