Dado que la imagen está siendo restaurada, desde el 3 de diciembre de 2011, todos los que acudían al Real Santuario del Cristo de La Laguna pudieron admirar la antigua cruz de madera en la que la citada imagen llegó a la Isla en 1520, y en la que aparece pintada con exacto realismo, como si de una copia se tratara, la figura del Crucificado moreno.
Para ello, a las 18:00 horas, en el convento franciscano de Santa Clara de Asís, tuvo lugar una celebración eucarística en honor a la primitiva cruz en la que vino el Cristo de La Laguna, para acto seguido proceder a la procesión del traslado de la misma al Real Santuario del Cristo, donde permaneció allí hasta que culminó la restauración de la imagen del Crucificado moreno.
Sobre la cruz hay que destacar que en la misma se puede ver la imagen del Cristo más reducida de su tamaño original, silueta que, según la tradición, apareció una mañana cuando una monja clarisa limpiaba los maderos con zumo de cebolla, lo que generó más devoción hacia el Crucificado.
Con gran veneración la comunidad de religiosas franciscanas de Santa Clara ha custodiado la cruz de madera policromada. Era antigua costumbre respetada colocar la imagen sobre la cruz en el coro bajo de la iglesia del citado convento en las ocasiones en las cuales pernoctaba en él al sacarse en rogativas, para ser venerado por la comunidad.
El padre fray Diego Ichaurbe, en su historia del convento de las Clarisas, desvela el texto que se lee en la parte inferior de la Cruz, que, entre otras cosas, dice: "Esta es la Santa Cruz en que vino la milagrosa Imagen del Santísimo Cristo de La Laguna, que según la tradición hay más de 214 años que todo ha sido por modos milagrosos y lo que hoy falta a esta cruz a la medida de las manos y pies del Señor, lo han desmembrado la antigua devoción de los fieles devotos, por haber obrado su Majestad por este santo madero y santa imagen del santo Cristo de La Laguna innumerables milagros que ha hecho y está haciendo, y se colocó en este nicho el 25 de julio del Señor de 1724".