El 29 de Septiembre de 2013  se realizó la Peregrinación anual hacia la Parroquia de El Salvador del municipio de la Matanza de Acentejo. Los actos comenzaron a las 8:30 hrs. con la concentración en la Plaza del Cristo de los peregrinos. A las  8:45 hrs. se reza la  Oración ante la Venerada Imagen del Stmo. Cristo de La Laguna y partimos a las 9:00hrs. hacia el Municipio de la Matanza de Acentejo.

A las 10:00 hrs se realizó el Recibimiento y la Recepción por parte del Sra.  Tercera Teniente de Alcalde Sra. Dña. Emiliana Peña Rocio, en el Ilustre Ayuntamiento de la Villa de la Matanza de Acentejo. A continuación el Esclavo Mayor firmó en el libro de Honor del Ayuntamiento. y se procedió a la entrega de un cuadro con la imagen del Stmo. Cristo de La Laguna al Sra. Primera  Teniente de Alcalde en representación del Ayuntamiento.

Concluida la recepción nos trasladamos a la sala de Arte, donde comenzó la Peregrinación hacia la Parroquia de el Salvador. El recorrido fue por la calle Real. La Peregrinación fue de la Siguiente forma:

Banda de Cornetas y Tambores.

Estandartes de la Parroquia de el Salvador.

Estandarte de la Esclavitud.

Cruz alzada de la Parroquia de el Salvador.

Cruz alzada de la Esclavitud.

Hermandad del Stmo. Sacramento.

Hermandad del Rosario.

Maceros.

Esclavitud del Stmo. Cristo de La Laguna.

Monaguillos del incensario y de la Naveta.

Junta de Gobierno de la Esclavitud.

Sacerdote y Esclavo Mayor.

Autoridades.

Al llegar a la Plaza de la Iglesia fuimos recibidos por el Párroco y por los sacerdotes con celebrantes.  A continuaci´pon sobre las 11:00 hrs. Comenzó la Celebración Eucarística oficiadas por el Rector del Santuario y el Parróco del Salvador. Terminada la Santa misa se procedió a la Procesión por los alrededores de la Parroquia con la Imagen de Ntra. Sra. de los Dolores  por el siguiente recorrido: Calle Real, Calle Rafael Ramos, Calle el Puente, Calle Real, Hasta la Parroquia. Terminada la Procesión se procedió a la entrega de recuerdos por parte de la Esclavitud y las Palabras del Esclavo Mayor.  Terminando con un almuerzo de confraternidad. 

El municipio de la Matanza de Acentejo, situado en la zona norte de la isla de Tenerife y reconocido como Villa Histórica, debe su nombre a un sangriento episodio ocurrido durante la conquista de Canarias.

La Matanza de Acentejo: Historia

Un año después de concluir la conquista de La Palma, las tropas de Alonso Fernández de Lugo desembarcan en las playas de Añaza al tiempo que Bencomo, Mencey de Taoro, trataba de unir a los demás menceyatos con objeto de hacer frente a los españoles. Los menceyes de Abona, Adeje, Icod y Daute se niegan a ello, confiados de que serán capaces de rechazar a los conquistadores con sus propios medios. Al final, la alianza la componen Bencomo (Taoro), Beneharo (Anaga), Acaymo (Tacoronte), Tegueste y el principe Zebensuí.

Por otra parte, Añaterve, Mencey de Güimar (por rencillas y envidias con Bencomo), se alía con los españoles ofreciéndoles víveres y medicinas. Alonso, animado por ésta alianza, parte de su campamento el 26 de Mayo de 1494 con el objetivo de derrotar a Bencomo, cosa que haría rendirse a los demás menceyatos y favorecería la conquista del resto de la isla.

Los españoles avanzaron hasta el valle de Taoro (La Orotava) en medio de un inquietante silencio, los canarios  no aparecían por ningún lado. Las condiciones del terreno no permitían el despliegue de la caballería y tampoco había señales de Bencomo. Ante tal situación, Alonso y sus capitanes deciden volver al campamento.

Las tropas llegan al estrecho valle de Acentejo y se encuentran con abundantes cabras (que los guanches habían dejado para dificultar el avance de los conquistadores) y se dedican a reunirlas para llevárselas, dividiendo así sus filas. En medio de este caos se escuchan silbidos y gritos y comienzan a llover piedras, lanzas y troncos de árbol sobre Alonso y sus hombres. Atrapados en el fondo del barranco y sin posibilidad de recurrir a una formación defensiva, los españoles son rodeados y masacrados por mas de 3.000 guanches.

Durante el fragor de la batalla, el capitán Diego Núñez proclama a gritos: Aunque Dios sea todopoderoso, me basto yo solo para salir de esta vil canallada. Frase que pronunciaría en vano, ya que murió poco después, con la lengua cortada por sus propios dientes.

También se cuenta que Tinguaro, al ver a su hermano Bencomo sentado y observando la batalla, le pregunta que por qué no está luchando, a lo que Bencomo responde: El oficio de capitán hice, que mis soldados hagan el suyo.

El Municipio.

El municipio de La Matanza de Acentejo, que ocupa 14,11 kilómetros cuadrados en el nordeste de Tenerife, debe su nombre a la batalla que tuvo lugar en esta zona durante la conquista, en la que las tropas indígenas del mencey Bencomo de Taoro derrotaron al ejército castellano comandado por Alonso Fernández Lugo.

La Batalla de Acentejo aconteció en mayo de 1494 convirtiéndose en una de las mayores derrotas del ejército castellano fuera de territorio peninsular, emergiendo como héroe a medio camino entre la realidad y la leyenda la figura del achimecey Tinguaro. La tradición nos dice que este guerrero era hermano de Bencomo, convirtiéndose con el paso del tiempo en uno de los símbolos del municipio, representado en una escultura en bronce ubicada a escasos metros del Ayuntamiento. El eco de ese acontecimiento y su impronta en la historia local se ve reflejado en otros espacios y elementos, como el mural alegórico a la batalla localizado a la entrada del municipio desde la TF-5 o el propio logotipo municipal.

La Matanza limita con La Victoria de Acentejo, Candelaria y El Sauzal, y su punto de mayor altitud se sitúa a 1589 metros sobre el nivel del mar en Lomo del Jugo. Destaca su vegetación en los acantilados de la costa, donde pueden encontrarse matorrales de tomillo marino (Frankenia ericifolia), lechuga de mar (Astydamia latifolia), leña negra (Rhamnus crenulata) y granadillos (Hypericum canariense) así como tabaibal-cardonal. En la cumbre destaca el fayal-brezal y los pinares de Pinus canariensis y Pinus radiata.

También destaca su importante franja de castaños, recuperada en los últimos años por parte del Ayuntamiento y los cosecheros en una iniciativa de gran alcance que ha logrado poner nuevamente en valor a la castaña y su cultura en toda la Isla. Ese manto de castaños se puede observar de manera privilegiada desde Los Nateros, un entorno natural y paisajístico único rodeado de parcelas agrícolas y con las Montañas de San Antonio como hitos más destacados.

Una buena parte de las tierras matanceras fueron dedicadas tras la Conquista al cultivo de la vid, iniciándose desde entonces una relación muy especial del municipio con el vino, caldos de reconocido prestigio que han cosechado a lo largo de los años numerosos premios y han logrado conquistar los paladares más exigentes.