-Han pasado 9 años desde la última visita de la imagen a La Laguna, en 2009, y 16 desde la última a Santa Cruz, en 2002, ¿se siente mucha expectación y ganas entre los fieles y la comunidad eclesiástica?
“Si hay un símbolo que en Tenerife unifica y llama, es la Virgen de Candelaria, y me atrevería a decir que incluso en toda Canarias. María de por sí tiene toda una simbología maternal, tiene toda una carga emocional, alguien que maternalmente nos acompaña, que de alguna manera nos asiste en este peregrinar, y cuando se trata de la imagen de la Virgen de Candelaria la gente responde masivamente. Pero la peregrinación no solo tiene que ser un hecho externo sino que también es un hecho interno, es decir, peregrinamos en búsqueda de Dios, de la verdad, del sentido de la vida”.
-Una visita que rompe el esquema que el obispo aprobó en 2001 por el que la imagen visitaría cada ciudad, alternativamente, cada siete años…
“Sí, la visita es extraordinaria porque correspondería en otro tiempo. Cuando se aprobó en 2001 fue con una doble finalidad, por un lado, afianzar la devoción de los canarios y, en concreto, de los tinerfeños a la Virgen; y, por otro lado, para renovar, revitalizar la experiencia de la fe, porque de eso se trata. Toda acción de la Iglesia es misionera y evangelizadora. Por tanto, todo lo que hacemos, aunque tenga luego cierta transversalidad cultural, étnica y hasta folclórica, tiene siempre como objetivo primordial la evangelización, es decir, anunciar a Jesucristo en el momento actual, como dice el papa Francisco, llegando a todas las periferias, a todos los ámbitos de la sociedad, con un nuevo lenguaje e incluso nuevas formas. Pero esta visita también tiene el objetivo de celebrar el bicentenario de la fundación de la Diócesis Nivariense”.
-¿Es entonces la primera vez que la imagen visita las dos ciudades a la vez?
“Sí, por eso es una visita extraordinaria, porque no corresponde en el tiempo y porque es la primera vez que visita las dos ciudades”.
-En esta visita, la ruta entre Santa Cruz y La Laguna es nueva, porque nunca se había hecho..
“Sí, hay tramos de esa subida a La Laguna que son nuevos, como la parada en San Juan de Dios, un poco en sintonía con las claves del papa Francisco sobre las periferias geográficas y existenciales. Estamos hablando del cinturón urbano de Santa Cruz, de barrios populosos como Cuesta Piedra, La Salud, Los Gladiolos…, donde existe una población muy importante. Además, la imagen pernoctará una noche en la plaza de la Cruz del Señor, el viernes 19 de octubre, y la gente está super agradecida y con una expectativa inmensa”.
-¿Y el recorrido entre Candelaria y Santa Cruz será el mismo?
“Es prácticamente el mismo, tanto a la ida como al retorno, por la carretera antigua del sur y casi con las mismas paradas que hemos hecho en otras ocasiones”.
-En el programa se incluye un acto de nombramiento de la Virgen como presidenta honorífica del Cabildo…
“Es un acto cívico que realizará el Cabildo de Tenerife porque ellos son los que han propiciado el título, y se celebrará en la plaza del Tranvía, en La Cuesta, y se desarrollará según el protocolo del Cabildo”.
-¿Y qué le parece a la Diócesis que se nombre a la Virgen de Candelaria presidenta honorífica del Cabildo?
“En sintonía con lo que nuestro obispo ha dicho, es un gesto de amabilidad y de generosidad por parte de las autoridades, y nosotros no entramos a valorar, sino que simplemente lo aceptamos, y no hay ninguna otra valoración”.
-Supongo que uno de los momentos más emotivos tiene que ser cuando la imagen se encuentre con los enfermos en los tres hospitales… (HUC, La Candelaria y San Juan de Dios)
“Evidentemente son de los momentos claves porque ahí está el mundo del dolor, de la enfermedad y en el que, en definitiva, el ser humano se encuentra en debilidad y necesita respuestas, sentido a su propia vida. Por tanto, yo creo que ahí la experiencia de la fe es fundamental para estas personas. Y el hecho religioso creo que es la única respuesta”.
-Otro momento especial tiene que ser el encuentro entre las imágenes de la Virgen y del Cristo de La Laguna…
“Sí, es un momento simbólico en el que dos imágenes de tanta devoción en Canarias van a estar presentes para celebrar la eucaristía. Es un momento de muchísima convocatoria”.
-¿Qué otros momentos o actos destacaría del programa?
“Sobre todos los encuentros en cada una de las parroquias, tanto en la catedral como en la de La Concepción. Encuentros con jóvenes, vigilias…. Todos los ámbitos pastorales y eclesiásticos que se van a dar cita en cada uno de los templos”.
-Logísticamente tiene que estar siendo un trabajo muy complejo de organizar…
“Llevamos un año trabajando en esto, desde julio del año pasado, que empezamos a visitar a las autoridades y con el plan de seguridad, que ya ultimamos con el Cabildo, pero ha supuesto un año de reuniones. Es un trabajo ingente, y tanto el obispo como yo estamos agradecidísimos a las distintas fuerzas de seguridad y a las distintas administraciones competentes”.
-¿Cuántas personas esperan que sigan a la Virgen?
“No tenemos estimaciones, sino la memoria histórica de otras ocasiones, y hablamos de miles de personas, es una cantidad muy importante de personas, sobre todo en algunos momentos de la peregrinación, normalmente en las entradas a la zona metropolitana y los barrios. La población va a estar avisada con anterioridad, porque, desde un primer momento, desde la Diócesis de Tenerife hemos querido no provocar ninguna molestia mayor que la que puede provocar una carrera o cualquier otro acto, y por eso también hemos querido hacer los traslados en día de fiesta o días no laborales”.
BERNARDO ÁLVAREZ OBISPO DE TENERIFE
"Cada día son más los que están de vuelta a lo sagrado"
Ante la vida, Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife, es de las personas que miran la realidad con optimismo. En su caso, desde la óptica de la fe. Palmero de Breña Alta (1949), fue ordenado sacerdote por Luis Franco Cascón (1976), y realizó su labor pastoral cuando eran prelados de Tenerife Damián Iguacen Borau y el recordado Felipe Fernández García. Vicario general de la Diócesis, fue uno de los grandes impulsores del sínodo, que puso en misión a la Iglesia de Tenerife. En 4 de septiembre de 2005 fue ordenado obispo por el nuncio Manuel Monteiro de Castro. Durante su labor, se culminó las restauración de la Catedral de La Laguna -en 2014, tras doce años en obras- y la reconstrucción del Obispado, tras el incendio de 2006.
Ha sido testigo de las cuatro visitas de la Virgen de la Candelaria (1994, 1997, 2002 y 2009) y como obispo decretó la peregrinación excepcional con motivo del bicentenario de la Diócesis, en un momento que coincide con un relevo generacional.
Esta entrevista se realiza con cuestionario por la apretada agenda en la que está inmerso en la última semana: el lunes estuvo en El Hierro, el miércoles en La Gomera, el jueves en Tacoronte, en La Palma ya ayer, en La Gomera con motivo de las fiestas de la Virgen de Guadalupe. Frente a la situación de la sociedad actual, asegura que "cada día son más los que están de vuelva a lo sagrado".
¿Coincide la visita de la Virgen de La Candelaria con un proceso de descristianización de la sociedad tinerfeña?
La descristianización de nuestra sociedad es un fenómeno que viene de lejos y no se da solo entre nosotros. No obstante, la mayoría, aún se reconoce creyente, aunque sea una creencia individualista y subjetiva, que prescinde de la pertenencia a la Iglesia y de la práctica de actos religiosos establecidos. En medio de todo, también, se da en muchas personas una vivencia de la fe más personal y comprometida. Ciertamente, la nuestra no es una época de cambio, sino "un cambio de época" y, como otras realidades, también la dimensión religiosa del ser humano entra en crisis.
¿Qué ha cambiado respecto a la visita anterior?
Sin duda, respecto a la anterior Visita de la Virgen de la Candelaria (hace nueve años), ha habido cambios de actitud en muchas personas respecto a la Iglesia y a la práctica de la fe cristiana, que en unos ha supuesto mayor indiferencia y alejamiento y en otros acercamiento y fortalecimiento de la práctica religiosa.
¿La Patrona de Canarias es la única imagen capaz de abrir todas las puertas del Archipiélago?
Quien abre las puertas es la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, una mujer que desarrolló su vida en este mundo hace 2000 años y que hoy desde el Cielo nos acompaña en el día a día de la vida. Las imágenes que hacemos de ella, en sus diferentes advocaciones, son un medio para significar visiblemente su presencia espiritual. Globalmente, en nuestra tierra y desde hace siglos, la imagen de La Candelaria es el principal referente de la devoción todos los canarios a la Virgen María.
¿Qué le diría a quienes consideren esta peregrinación como un anacronismo, algo propio de tiempos pasados?
De ninguna manera pienso que sea un anacronismo. Mientras haya personas que tienen amor y devoción a la Virgen María, hacer una procesión o peregrinación -como en este caso- es un acto de culto y expresión de fe de quienes participan. Hombres y mujeres que viven en la sociedad actual, que no hacen teatro de algo pasado, sino que expresan su adhesión personal a lo que María significa en sus vidas.
¿Cuáles son los objetivos de la peregrinación?
Están expresados en el lema, "María, nuestra misionera ayer y hoy". En los planes de Dios, la Virgen María tiene la misión de mostrarnos a Jesús y llevarnos a la fe en Él. Con esta visita a Santa Cruz y La Laguna queremos alentar y fortalecer la fe en todos los cristianos, así como despertar en muchos no creyentes la dimensión religiosa de la vida. La presencia de la imagen de La Candelaria es una invitación a conocer mejor a la Virgen María como modelo de vida cristiana y por ella acercarnos más a Jesucristo para que se acreciente nuestra fe en Él.
¿Cuáles son los momentos más importantes que destacaría en los 15 días programados?
Sin duda, las celebraciones de acogida y despedida en ambas ciudades. También tendrán gran significación las visitas a los hospitales de La Candelaria, HUC y San Juan de Dios, sin olvidar la noche que estará en la Cruz del Señor y el paso por el barrio de Cuesta Piedra. También, como ya ocurrió en la vista anterior, se espera una gran acogida por parte de los vecinos de La Cuesta en la antigua estación del tranvía.
La programación de esta visita vino a alterar el calendario que en su momento el obispo Felipe Fernández estableció, porque se ha querido que vaya a Santa Cruz y La Laguna con motivo del bicentenario de la diócesis. A partir de ahora, ¿se va a mantener la periodicidad? ¿Cómo será el calendario?
La intención es mantener la iniciativa inicial. Ahora hemos retrasado la de Santa Cruz (2016) y adelantado la de La Laguna (2023), por tanto, volviendo a los periodos de siete años, la próxima visita será a Santa Cruz de Tenerife en 2025.
¿Se echará de menos la ausencia del fallecido dominico Jesús Mendoza?
Siempre recordaremos con gratitud al P. Jesús Mendoza, su dinamismo y capacidad organizativa hicieron posible las visitas anteriores, que fueron grandes hitos religiosos y dejaron profunda huella y gratos recuerdos en muchísimas personas. Lamentablemente, los problemas de salud pudieron con él y todos sentimos su pérdida. Ahora, el delegado actual, Jesús Gil Agüín, y todos los miembros de la comisión organizadora están haciendo un excelente trabajo.
¿Por qué se ha designado a un delegado episcopal no dominico? ¿No contraviene el acuerdo de que son los dominicos quienes custodian la Virgen?
Se lo propusimos a la comunidad, pero como la mayoría de los padres son nuevos entre nosotros, prefirieron que en esta ocasión designara a un sacerdote diocesano. No obstante, el superior está en la comisión y todos participarán en los actos de la visita.
¿Qué opinión le merece la designación de la Virgen de la Candelaria como presidenta honoraria y perpetua del Cabildo?
Nosotros no promovemos -ni prohibimos- los honores o títulos que las personas o instituciones ofrecen a la Virgen María en la imagen una determinada advocación, siempre que no desdiga de su carácter religioso, ni ofenda la devoción de los fieles. En este caso, el Cabildo Insular de Tenerife ha querido ofrecerle este el título de "presidenta honoraria" a la Virgen de la Candelaria, algo similar a como -en otros casos- se la nombra "alcaldesa honoraria".
Unos dan honores a la Patrona y otros políticos, incluso de la ciudad episcopal de La Laguna, quieren ahondar en el IBI que debe pagar la Iglesia. ¿Una contradicción?
No. Cada uno es libre de pensar y manifestar su parecer sobre las cuestiones que configuran y afectan a la vida de los ciudadanos, incluso de luchar para poner en práctica sus ideas. Es bueno saber lo que piensan y quieren hacer las personas, sobre todo cuando tienen -o aspiran a tener- capacidad de tomar decisiones que nos afectan a todos. Así estaremos bien informados para cuando tengamos que elegir a nuestros dirigentes.
¿Viene a fomentar la religiosidad popular esta visita o es un camino de encuentro con los fieles?
La religiosidad popular es un fenómeno sociológico del que participa mucha gente, incluso quienes no se reconocen cristianos. Por eso, nosotros preferimos hablar de "catolicismo popular" y "piedad popular". En este sentido, el papa Francisco nos habla de "la fuerza evangelizadora de la piedad popular" y ve en ella una verdadera expresión de la acción misionera espontánea del Pueblo de Dios que no debemos menospreciar, sino alentarla y fortalecerla como expresión de fe y alimento espiritual.
Así se comprende mejor el lema de esta visita: "María, nuestra misionera ayer y hoy". La imagen de Nuestra Señora de la Candelaria desde hace 600 años ha sido misionera, es decir, anunciadora de la fe en Jesucristo. Estamos convencidos que esta vista a Santa Cruz y La Laguna la Virgen María se pone "en salida misionera". Ella sale a "predicar el Evangelio" y quienes salen a su encuentro podrán fijar su mirada en ella, escuchar su mensaje y aprender a ser como ella verdaderos discípulos de Cristo.
¿Por qué una visita solo a Santa Cruz y La Laguna y no un recorrido como se hizo en 1964-65? ¿Qué le diría a la población del Sur y del Norte que no tienen la misma posibilidad?
Aquella visita de los años 60 fue una cosa extraordinaria, con motivo de la construcción del Seminario. Estas visitas de ahora fueron instituidas como algo periódico -cada siete años alternativamente- a Santa Cruz y La Laguna. En cierto modo es algo parecido a las "bajadas de la Virgen" que tiene tienen lugar en las otras islas de nuestra diócesis. En el sur y norte de Tenerife hay una gran devoción la Virgen de la Candelaria y cada año son miles las personas que peregrinan a la Basílica para honrarla, invocarlas y darle gracias.
¿Cuánto cuesta y quién costea esta visita?
No sabemos exactamente el coste. Cuando haya concluido la visita presentaremos las cuentas. En cuanto a la obtención de recursos, serán fundamentalmente las ofrendas de los fieles, la venta de las camisetas y la colaboración de algunas instituciones financieras. Y está también el "capital humano": Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Canaria, Policías Locales, protección civil, voluntarios, y sin olvidar el apoyo logístico del Cabildo Insular y los municipios de Candelaria, El Rosario, Santa Cruz de Tenerife y San Cristóbal de la Laguna, así como el Hospital Universitario, el Hospital de La Candelaria y el Hospital San Juan de Dios. A todos, de antemano, agradezco su disponibilidad y servicio.
¿Las ofrendas de las peregrinaciones anteriores se han materializado en los objetivos que se anunciaron, como la construcción de nuevos templos?
Efectivamente. Una vez cubiertos los gastos, el dinero restante se empleó para ayudar a la construcción de nuevos templos en las periferias del área metropolitana, como Añaza, La Gallega, Cuevas Blancas, Las Torres de Taco...
¿A qué se destinarán las ofrendas de esta visita?
Hemos acordado que, una vez deducidos los gastos, el resto será para apoyar el trabajo de atención a personas necesitadas, a través de las Cáritas Arciprestales del área metropolitana.
¿Percibe que la sociedad vuelve a mirar a Dios?
Cada día son más los que están de "vuelta a lo sagrado", a "lo misterioso", "a lo espiritual", incluso a lo mágico. El materialismo y sus promesas de dar plenitud a los seres humanos, en la práctica, genera insatisfacción y tristeza. La dimensión trascendente de la vida es algo que todos llevamos con nosotros y aunque se quiera ignorar o ahogar, siempre resurge. Lo importante es encontrar la respuesta adecuada a las aspiraciones más profundas, porque se puede pasar de no creer en Dios a creer en los dioses. San Agustín, que se pasó gran parte de su vida buscando llenar su corazón con cosas materiales, y también con proyectos espirituales, acabó diciendo aquella conocida frase: "Oh Dios! Nos hiciste para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti".
¿Esta es la peregrinación de las periferias?
Bueno, siempre lo ha sido, porque la imagen de la Virgen sale de su Basílica y viene a nuestras periferias. En esta ocasión, la novedad del recorrido entre Santa Cruz y La Laguna nos permite acercarnos a otras periferias como Cruz del Señor, Cuesta Piedra, San Juan de Dios, y los Barrios de Santa Clara y la Multa.
¿Cómo le gustaría que fuera recordada esta visita?
Como aquella visita en la que el obispo dijo, y se grabó en la mente de todos, que "la Virgen María no es una imagen", sino una verdadera mujer de carne y hueso, que dio a luz a Jesucristo, el Hijo de Dios. Una mujer que, terminada su vida en la tierra, fue llevada en cuerpo y alma al Cielo y desde allí -junto a su Hijo- nos acompaña con amor materno y cuida de nosotros. Y que la que llamamos "Nuestra Señora de La Candelaria" es una imagen que representa a María, la Madre de Dios y Madre nuestra, que es a quien se dirige nuestro amor y devoción, cuando rezamos ante la imagen o la acompañamos en procesión.
Al término de la visita, ¿qué le haría sentirse satisfecho de esta peregrinación o decir que ha valido la pena este esfuerzo?
Que a las personas que han participado con fe y devoción, esta visita las haya estimulado a ser verdaderos discípulos misioneros de Jesucristo. También, que quienes están alejados de Dios o son religiosamente indiferentes, esta visita despierte en su corazón la luz de la fe.
El obispo que hace mojos, aficionado al Tenerife
Más allá de la calle San Agustín, 28, donde tiene la sede el Obispado de Tenerife, el palmero Bernardo Álvarez mantiene su "hobby" de hacer mojos palmeros, con pimienta de su isla natal. Aseguran quienes lo conocen que en su equipa nunca falta una tarrina que lleva de regalo a la parroquia o la congregación que visita. Junto a este arte gastronómico, que heredó de las recetas familiares, monseñor Álvarez es "aficionado practicante" del CD Tenerife. De hecho, cada vez que se lo permiten sus ocupaciones, acude a animar a los blanquiazules porque "lo relajan". Debe ser cuando gana.
Después de comenzar los estudios de aparejadores en la ULL, su vocación lo llevó al seminario diocesano, hasta llegar a ser en la actualidad el obispo número doce de la Diócesis de Tenerife. Su ministerio sacerdotal lo ha desarrollado íntegramente en la diócesis de Tenerife. Como párroco, su primer destino lo llevó a La Gomera, en La Encarnación y de San Marcos Evangelista, de 1976 a 1980. De 1980 a 1982 estuvo al frente de San Pío X y encargado de San Isidro, en La Palma. De 1983 a 1986 continuó de San Miguel Arcángel y de Nuestra Señora del Carmen, en su isla natal. Después pasó a Tenerife donde, de 1986 a 1987, párroco de San Fernando Rey y de San Martín de Porres y arcipreste de Ofra, al margen de las responsabilidad en la curia.
Santa Cruz se prepara para recibir a la Virgen de Candelaria por quinta vez
El próximo viernes, 12 de octubre, se inicia la histórica visita de la Morenita, que pasará una semana en la capital para, el sábado 20, seguir su camino hacia La Laguna, haciendo noche en la Cruz del Señor
La última visita de la Virgen de Candelaria a Santa Cruz, en 2002, congregó a miles de fieles en las calles capitalinas al paso de la imagen. DA
En 2001, la Diocésis Nivariense decidió que las visitas de la Virgen de Candelaria al área metropolitana se harían, de forma alterna, a los municipios de Santa Cruz y La Laguna, cada siete años. Al año siguiente, la Morenita, visitó el municipio capitalino. Se la esperaba en 2019, pero la celebración este año del bicentenario de la creación de la Diócesis ha hecho que se adelante su visita y que, además, también acuda a La Laguna. Lo hará el sábado 20, cuando abandone Santa Cruz y se dirija al municipio vecino, haciendo noche en la Cruz del Señor.
Esta sería, por tanto, y según recoge el cronista oficial de Santa Cruz, José Manuel Ledesma, en uno de sus artículos, la quinta vez que la Virgen de Candelaria recorre Santa Cruz. Antes lo hizo en 1939, 1964 y 1994. El municipio ya se prepara para tan esperada visita. Una presencia, la de la Virgen, que servirá para probar las pilonas antiterrorismo del centro de la ciudad, que se han instalado recientemente y con las que, avanzó el Ayuntamiento, se harán los cortes de tráfico a medida que vaya pasando la procesión. La peregrinación, después de llegar a El Sobradillo, avanzará hasta el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (tal y cómo lo hizo en 2002) y desde allí se adentrará en los barrios de Santa Cruz en procesión. La Alameda del Duque de Santa Elena espera a la Morenita en torno a las ocho de la tarde.
En la última visita, la de 2002, el recibimiento, tal y como recogieron las páginas de DIARIO DE AVISOS, fue multitudinario, con miles de fieles que acompañaron a la imagen que, igual que ahora, llegó a la capital por El Tablero. Esta cuarta visita a Santa Cruz se celebró del 12 al 25 de octubre de 2002, coincidió con el 113 aniversario de la Coronación Canónica de la imagen, otorgada en una Bula del papa León XIII, el 13 de octubre de 1889. Una conmemoración que se celebró con una solemne eucaristía en la parroquia matriz de La Concepción.
El dia de la Visita de la Virgen de Candelaria a Santa Cruz de Tenerife
La imagen de la Patrona visita desde hoy Santa Cruz por quinta vez en la historia
La Morenita fue traída por primera vez a la capital en 1939, en lo que se llamó la Fiesta de la Victoria, en acción de gracias por el fin de la Guerra Civil
La Virgen de Candelaria visitará Santa Cruz de Tenerife y La Laguna desde hoy y hasta el 27 de octubre con motivo del 200 aniversario de la creación de la Diócesis de Tenerife. La primera semana permanecerá en la parroquia de la Concepción de Santa Cruz y el sábado 20 será trasladada hasta la Catedral de La Laguna.
Desde que la imagen de Nuestra Señora de Candelaria, talla medieval del siglo XIV, nombrada Patrona de Canarias en 1599, por el papa Clemente VIII, fue traída por primera vez a La Laguna en 1555, hasta que en 1826 desapareció en el temporal que azotó la isla de Tenerife del 6 al 9 de noviembre de 1826, fueron 36 ocasiones en las que se trajo para rogarle que lloviese, impedir los ataques de corsarios y piratas, erradicar las epidemias de peste bubónica y fiebre amarilla, evitar las plagas de langostas, etc. También se trajo para protegerla de la erupción volcánica de 1705, y cuando se incendió el convento de Candelaria, el 15 de febrero de 1789.
La nueva imagen, nombrada Patrona General del Archipiélago Canario en 2009, por el papa Benedicto XVI, obra del escultor orotavense Fernando Estévez, en 1827, fue traída por primera vez a La Laguna en 1997, al cumplirse el 500 aniversario de la Fundación de la Ciudad, y para conmemorar el décimo aniversario del primer Sínodo Diocesano Nivariense, en 2009. A Santa Cruz la Virgen ha venido en los años 1939, 1964, 1994 y 2002, siendo la que comienza hoy la quinta vez que visita nuestra Ciudad.
Por lo común, la traída de la Virgen era decretada por el Cabildo insular, atendiendo las súplicas del pueblo; para ello, se solicitaba su aprobación a la autoridad eclesiástica y al superior de los padres dominicos de Candelaria, ante los cuales se levantaba acta, comprometiéndose a devolverla a su Santuario.
La primera visita de la Virgen de Candelaria a Santa Cruz fue del 14 al 18 de mayo de 1939, en lo que se llamó Fiesta de la Victoria. La comitiva salió de Candelaria acompañada de todas las autoridades civiles y militares de la provincia que previamente habían asistido a la Eucaristía, celebrada a las 6 de la mañana, también la escoltaban 16 guanches y las cruces parroquiales de Güímar y Candelaria. Al llegar a Santa Cruz, en la confluencia de las avenidas de las Asuncionistas y de Bélgica, le esperaba su alcalde, Corporación y el Pendón de la Ciudad. Desde allí fue trasladada hasta la plaza de la Constitución, hoy La Candelaria. El cortejo lo abrían los batidores y la banda de tambores y cornetas del regimiento de Montaña, así como una sesión de Caballería, seguidos de los Caballeros mutilados, ayuntamientos de la Isla en Corporación, Falange, Cruz Roja, Hermandades, Cabildo catedralicio, Clero parroquial, y todas las parroquias de la Isla con Cruz alzada. Precedían a la imagen numerosas señoritas, unas ataviadas con la clásica mantilla y otras con traje y velo blanco y una banda azul; así como las de Auxilio Social, Acción Católica, Falange femenina y Damas de la Cruz Roja.
Detrás de la Virgen iba el prelado de la Diócesis y el Ayuntamiento de Santa Cruz en Corporación y con maceros. La presidencia oficial la ostentaba el comandante general, al que acompañaba el gobernador civil, el jefe provincial del Movimiento, el comandante de Marina, presidentes de la Mancomunidad, del Cabildo y de la Audiencia. Rendía honores una compañía del Regimiento de Infantería 49, con banda de música, cornetas y tambores. La procesión la cerraba una danza de cintas, típica de las romerías, y una escolta de romeros.
La misa de acción de gracias por la terminación de la Guerra se celebró a los pies del monumento al Triunfo de la Candelaria, ante una plaza de La Constitución abarrotada de fieles. Una vez terminada, la comitiva se dirigió a la parroquia matriz, donde la visitaron más de 50.000 personas. En su marcha, el día 18, toda la ciudad se volcó en despedirla.
La segunda visita tuvo lugar del 16 de octubre de 1964 al 28 de enero de 1965, formando parte de la peregrinación que tuvo lugar por todos los pueblos de la isla de Tenerife, realizada para recaudar fondos para la construcción del nuevo Seminario. Al municipio de Santa Cruz llegó el sábado 26 de diciembre, celebrándose en el Hospital de la Candelaria la misa con los enfermos. El domingo 27, el pueblo la recibiría en la plaza de España, donde se celebró una misa ofrecida por el obispo.
El día 28, la Virgen viajera comenzaría un peregrinar por todas las parroquias de Santa Cruz, comenzando en La Cruz del Señor, visitando la Casa de Ejercicios y la Prisión Provincial en la avenida Benito Pérez Armas. El 29, recorrió las de Santiago Apóstol, San Gerardo, La Salud y Fátima, entrando en el Asilo de Ancianos. El 30, las de San Pablo y Sagrado Corazón, con paradas en el colegio de la Pureza y la clínica Zerolo. El día 31 Santa Cruz se congregó con ella en el parque García Sanabria para oír la santa misa. El 1 de enero estuvo en la parroquia de San José. El día 2, en el barrio de La Alegría. El domingo día 3, en Valleseco. El 4, 5 y 6 visitó María Jiménez e Igueste de San Andrés. El día 7 llegó a Taganana por el camino de las Vueltas, pues la carretera no se inauguraría hasta tres años más tarde.
El día 8 retornaba a la Ciudad, pernoctando en la parroquia del Pilar. El domingo 10 fue llevada a hombros hasta la de San Francisco de Asís, en la que permanecería tres días. El 14 hubo diversos actos en las parroquias de María Auxiliadora y Cristo Rey. El 16 visitó las ermitas de Regla, San Sebastián y San Telmo, e hizo un alto en el colegio María Inmaculada, en La Salle.
El domingo 17 se celebró el solemne acto de despedida en la iglesia matriz de La Concepción. En su camino de retorno hacia la Basílica, el lunes 18 pernoctó en la de Santo Domingo de Guzmán, donde los trabajadores de la Refinería le realizaron una ofrenda. El día 19, la de San Fernando Rey, en el barrio de García Escámez. El 20, en la de San Martín de Porres, en el barrio de Chamberí, donde visitó la Casa Cuna. El día 21, la de San Pío X. El 22 visitó las de San Antonio de Padua, San Luis Gonzaga, San Albino y Santa Clara (sin templo). La tercera visita que la Virgen de Candelaria hizo a Santa Cruz fue del 15 al 28 de octubre de 1994, al cumplirse el V Centenario de la Fundación de la Ciudad. A su llegada al Hospital de la Candelaria la esperaban los enfermos y personal sanitario, así como el profesorado y alumnado del Instituto Politécnico Virgen de la Candelaria, ya que ambos llevan con orgullo su sobrenombre.
Entró en Santa Cruz por la avenida Benito Pérez Armas. En su camino hasta llegar a la alameda del Duque de Santa Elena, todas las casas lucían gallardetes, banderolas y colgaduras en forma de corazón. Al asomar la Sagrada Imagen a la explanada de la plaza de España, las miles de personas allí congregadas comenzaron a saludarla y cantarle, a la vez que los barcos surtos en el Puerto, adornados con sus empavesadas, hacían sonar sus sirenas. A las 20.15, en la carpa preparada al efecto, el alcalde la nombraba Alcaldesa Honoraria Perpetua de Santa Cruz de Tenerife, depositando a sus pies el bastón de mando y un pergamino con el acta de nombramiento. También el Cabildo Insular de Tenerife le concedió la Medalla de Oro de la Isla.
Desde allí fue trasladada a la iglesia de San Francisco, pues la parroquia matriz de la ciudad -La Concepción- estaba en obras de restauración. En su despedida, a pesar de la lluvia, más de 100.000 personas se volvieron a congregar en la plaza de España, junto con las primeras autoridades civiles y militares. Ante el éxito de esta visita, el 15 de agosto de 2001, el obispo Felipe Fernández decretó oficialmente que a fin de favorecer el encuentro de todos con la fe y la experiencia eclesial a través de la Patrona de Canarias, cada siete años la Virgen peregrinará alternativamente entre las ciudades de Santa Cruz (capital de la isla) y La Laguna (sede de la diócesis).
La cuarta visita a Santa Cruz, del 12 al 25 de octubre de 2002, coincidió con el 113 aniversario de la Coronación Canónica de la Imagen, otorgada en una Bula del Papa León XIII, el 13 de octubre de 1889. En esta visita la Virgen estrenó el Yaya-móvil, con una urna de metacrilato para protegerla. La recepción oficial tuvo lugar en la plaza de la Candelaria, donde todos los sacerdotes llevaban sobre su sotana una estola con el lema de la visita: María, peregrina en la Fe.
*Cronista oficial de Santa Cruz de Tenerife
La Morenita sale de la Basílica entre vítores de los devotos
La patrona de Canarias dejó atrás la Villa para comenzar su expedición hacia Santa Cruz
La Virgen de Candelaria, patrona de todos los canarios, se dispuso a salir esta mañana, sobre las 8 horas, de la Basílica de la Villa Mariana.
Cuando la Morenita estaba a punto de abandonar su santuario, los feligreses gritaron "¡viva la Virgen de Candelaria, viva la patrona de Canarias!". Asimismo luego comenzó a sonar el hmino de España para recibir con honores a la Virgen María en la plaza del pueblo antes de su traslado a la capital tinerfeña.
A las 6 de la mañana tuvo lugar la eucaristía en la propia Basílica de Candelaria, hasta que a las 8 fue trasladada al exterior de la misma. La primera parada se realizará en Barranco Hondo, posteriormente llegará a Taco pasando por el Humilladero y recalará en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria.
En el centro hospitalario hay previsto un encuentro en el que los enfermos podrán ver y pedir a la patrona de Canarias y, posteriormente, será trasladada hacia Los Gladiolos para terminar su trayecto en La Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife para la celebración de La Palabra.
Al final de la jornada, la Virgen será trasladada a la Iglesia de La Concepción, en pleno corazón de la capital tinerfeña.
La Patrona de Canarias vuelve 16 años después
La Virgen de Candelaria se traslada desde hoy y hasta el próximo sábado a Santa Cruz por quinta ocasión. Es la segunda vez que en la misma peregrinación visita La Laguna.
La capital tinerfeña recibe este mediodía la quinta visita de la Virgen de Candelaria, peregrinación que estaba previsto que comenzara a las seis de esta mañana en la Basílica de Candelaria, para poner rumbo a Santa Cruz y La Laguna, ciudades en las que permanecerá hasta el domingo 28 de octubre, cuando se prevé el regreso de la imagen a su casa.
En números globales, es la peregrinación número 45 de la Patrona de Canarias en su historia y la segunda que realiza en el mismo viaje a Santa Cruz y La Laguna -la anterior fue en 1964-1965, para recaudar fondos para construir el seminario diocesano-. La última vez que La Morenita visitó la capital de la Isla fue en 2002, hace 16 años.
Poco antes de las diez de esta mañana, la comitiva tiene previsto dejar la Villa Mariana en Barranco Hondo, para poner dirección a El Rosario a las 10:50 horas, en Llano Blanco, donde la esperará el alcalde, Escolástico Gil. De ahí, a El Humilladero, donde a las 11:40 horas se prevé que llegue al distrito Suroeste de Santa Cruz.
A las 13:30 horas, paso por el arciprestazgo de Taco, en La Laguna, para seguir al Hospital Universitario de la Candelaria, donde a las 14:30 horas se celebrará el acto más emotivo de la primera jornada de la visita: el encuentro con los enfermos del referido centro sanitario, que tendrá lugar frente a la entrada principal y que contará con la participación del obispo nivariense, el palmero Bernardo Álvarez.
Como dato curioso, la comitiva entrará con la Virgen en la urna de metacrilato por el acceso de Traumatología para ser trasladada hasta el recinto que se habilitará frente a la entrada principal del hospital universitario. Cerca del edificio de Enfermería se colocará sobre el trono que desde ese momento le acompañará en su recorrido hasta la parroquia matriz de la Concepción.
A las 16:30 horas está fijada la acogida en García Escámez, y a las 17:15 horas en Los Gladiolos, donde se inicia el recorrido procesional que la llevará hasta la Alameda, a las 20:30 horas, tras realizar el recorrido propio de las cabalgatas de Reyes y Carnaval. Ahí será la acogida oficial, con la salutación del alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, y la intervención de las rondallas chicharreras. Unos doscientos componentes de El Cabo, Las Valkirias, Masa Coral, Troveros de Nivaria, Peña del Lunes y Gran Tinerfe interpretarán el "Magníficat", de Francisco Palazón, y el Himno a la Virgen de Candelaria bajo la dirección del maestro Israel Espino. Al término, se trasladará la imagen a La Concepción, donde permanecerá hasta el sábado próximo.
Candelaria, con el corazón encogido
Pasadas las 7:00 horas, la Morenita dejó su basílica con destino a la capital. La emoción marcó el recorrido por la calle de La Arena, Las Caletillas y La Cuesta de Las Tablas hasta el adiós en Barranco Hondo.
Unas 1.500 personas participaron en la eucaristía de salida de la peregrinación que llevó ayer a la Patrona de Canarias hasta la capital tinerfeña por quinta ocasión.
El prior de la Basílica, Daniel López, no se pudo abstraer a la tristeza que embarga a los candelarieros cada vez que la Patrona abandona la Villa. Así, adaptó el canto "Vienen con alegría", para apostillar: "Con el corazón encogido".
Entre la decena de sacerdotes, el vicario general de la Diócesis Antonio Pérez Morales y el delegado episcopal para la visita, Jesús Agüín. Para contextualizar la peregrinación -que mantendrá a la Patrona quince días fuera de su santuario-, se proclamó el Evangelio de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel.
De los peregrinos más madrugadores, Javier Eloy Campos, exconcejal de Güímar y profesor de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño Fernando Estévez, codo con codo con Luis, el peluquero de toda la vida de Candelaria, que se encontraba en la retaguardia de la Basílica.
Como quien certifica lo ya anunciado, Pedro López, el jefe de los voluntarios de la peregrinación, se dirigió a la alcaldesa y a los miembros de la corporación para entregarles la credencial que los "alejaba" de la Patrona, habitante de honor de la Villa. En el templo se repartieron más de 1.000 pañuelos y, al término de la celebración, el prior dominico se desmarcó de la salida y le cedió el testigo a su hermano de comunidad, el padre José Ramón, que, con sus tres vivas, trajo al recuerdo al recordado, ayer más que nunca, padre Jesús Mendoza.
Ya a las siete de la mañana formaba la comitiva con la Banda de Música Las Candelas. Curioso relevo generacional: el maestro Abilio Alonso Otazo era sustituido por su nieto Mauro Fariña.
Comienza el recorrido. Como si los guanches presentaran honores, la Virgen pasó revista, enfiló la calle de La Arena para continuar frente al ayuntamiento a un ritmo que hacía temer que la llegada de la Virgen rompiera los horarios previstos. Durante el trayecto, siempre Manuel Yanes, miembro de la Cofradía de la Esperanza Macarena, embargado por la emoción y agradecimiento por recuperar la salud.
A la altura de El Pozo, al tornar la vista atrás se descubría un multitudinario manto formado por los candelarieros, que arroparon a su Virgen. La procesión continuó por la Avenida Marítima, donde ya recuperó su ritmo y tuvo lugar la primera de las decenas de "petaladas". En las casas de Candelaria no hay balconeras con brocados de la Virgen, sino toallas con la imagen estampada.
Rotonda de salida de Las Caletillas para enfilar el puente que lleva a la Residencia de Mayores dedicada a la Patrona. Nueva referencia al padre Jesús Mendoza. Comenzaba lo peor: la subida por La Cuesta de Las Tablas. La alcaldesa, junto a la corporación, se despidió de la Virgen hasta dentro de quince días en Barranco Hondo, donde hubo intercambio de bastones de mando de alcaldes al pie de la imagen. Eso sí, siempre colocados por Jesús Agüín.
En la despedida, la regidora local, Mary Brito, mostró su faceta de catequista e hizo suyo el comentario que le hicieron dos de sus sobrinas, que le acompañaban en este tramo: "María es la reina y Jesús, el rey". Tomó el relevo El Rosario.
Don Miguel: peregrino 54 años después
Miguel González Pérez acompañó ayer en los primeros metros a la Patrona de Canarias en su salida de Candelaria y trajo al recuerdo la experiencia de la salida que tuvo lugar a finales de 1964 y comienzos de 1965, con motivo de la recaudación de fondos para el Seminario. Don Miguel rememoró que el obispo de la época, Luis Franco Cascón, no se atrevió a ir a Candelaria a sacar a la Virgen, sino que la esperó en Arafo. También añadió la demora que sufrió el recorrido hacia Güímar para adaptar el trono de la Morenita al paso. Entonces, no había ni fotos para los libros de historia y las pocas que se conservan de ese momento corresponden a una boda que coincidía con la peregrinación.
El Rosario acoge a la Virgen de Candelaria en su peregrinaje hacia Santa Cruz
Con motivo del bicentenario de la Diócesis Nivariense, la Virgen de Candelaria, por primera vez, visita las ciudades de Santa Cruz de Tenerife y de San Cristóbal de La Laguna en una misma peregrinación este fin de semana.
El municipio de El Rosario, como punto de encuentro y cruce de caminos del área metropolitana, dio la bienvenida oficial a la Morenita entre Llano Blanco, Tabaiba y Radazul ayer, viernes.
Un rosario de "vivas" de Barranco Grande a Taco
El Rosario fue un municipio de paso de la Virgen de Candelaria, pero lo vivió con intensidad. Tras el acto en Llano Blanco, la peregrinación continuó hasta el encuentro con Santa Cruz en Barranco Grande.
En el pueblo de Barranco Hondo, el alcalde de El Rosario entregó su bastón de mando a la Virgen para ponerse al frente de la peregrinación hasta que la imagen entrara, horas después, en el Suroeste de Santa Cruz. Minutos antes, se incorporó a la comitiva entre la feligresía el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, y el vicepresidente -y vecino de la Villa de Candelaria- Efraín Medina.
Un bucio anunciaba el paso de la Virgen mientras que desde el coche de Cope el padre Esteban, párroco de la Cruz del Señor, traía de nuevo al recuerdo al dominico Jesús Mendoza, que acompañaba a todas las peregrinaciones con reflexiones marianas que concluían con el canto del "Himno a la Virgen de Candelaria".
De Candelaria a El Rosario se incorporaron algunas caras conocidas, como es el caso del exconcejal de Hacienda Domingo Ramos. Ya en ese momento, la "guagua escoba" de Titsa acumulaba a unos 20 peregrinos en su interior. En el rótulo del vehículo se podía leer la línea que cubría: "Visita de la Virgen de Candelaria".
El acto central de El Rosario tuvo lugar en Llano Blanco, donde la comunidad parroquial y el alcalde agradecieron la visita fugaz de la Patrona. Enfrente, en la óptica, un grupo de mayores recordaba la promesa que adquirió el padre Jesús Mendoza en la visita anterior, cuando dijo: "Si para entonces estoy vivo, la Virgen entrará en Machado", ermita donde se custodia a la patrona del municipio. Alguno de los vecinos presentes echaron de menos que se prefiriera interpretar una canción ligera como "La fe de María" a dedicarle una malagueña.
El Rosario fue un municipio de paso. La Virgen no visitó Machado ni habrá acto en la prisión.
De Llano Blanco a El Humilladero, primera incursión de la Virgen en Santa Cruz, donde le esperaba un entusiasta alcalde, José Manuel Bermúdez, que dijo que "esta vez no le pediré nada, solo le daré las gracias por su presencia".
Junto a la corporación chicharrera -representada por Gladis de León, Carlos Tarife u Óscar García, entre otros- también estaba el mandatario lagunero, el alcalde José Alberto Díaz, así como otros compañeros del ayuntamiento.
Repartos de pegatinas de una paloma, interpretación del "Himno a la Virgen de Candelaria" y la comitiva puso rumbo a Barranco Grande y Taco. Más "petaladas" y "vivas" por doquier, con un pueblo que tapizó con su presencia el recorrido desbordando la carretera de El Rosario sin dejar libre un metro de asfalto. Cuando parecía que la entrega de Barranco Grande había sido única, Taco rompió todas las previsiones, con el padre Esteban dirigiendo una oración que parecía extraída de la película "Sister Act".
Desde la Azufrera al Hospital de La Candelaria, con anécdota incluida: una de las peregrinas reventó una de las tuberías del tranvía, que anegó la calzada.
La peregrinación, escala a la JMJ
Casi una decena de jóvenes llegados de Alemania participaron ayer en la peregrinación de la Virgen de Candelaria como si de una escala más se tratara en su caminar a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará en enero en Panamá. Pertrechados con sus mochilas, realizaron este viernes gran parte del trayecto para continuar en los próximos días su periplo por diferentes lugares mientras preparan el encuentro al que tienen previsto sumarse a inicios de año. En su mayoría, ajenos a la lengua castellana y con el único vínculo con los peregrinos de compartir la fe y la devoción mariana.
Ana Berta: "Moviliza a la gente"
Hermana de la Virgen del Rosario, acompañó a un grupo de mayores. Destaca que la Virgen de Candelaria "moviliza a mucha gente". "Supone un encuentro con numerosas personas y conocerse entre parroquias", afirma.
Juan Sacramento: "Le pido fuerzas"
"Siempre que he podido la he acompañado. Ahora estoy jeringado, pero le pido fuerzas para seguir", manifiesta Sacramento, y agradece a la Morenita que haya cuidado siempre de él y de su familia.
La Virgen cambió el trono por la camilla
La Patrona entró al centro hospitalario que lleva su nombre 16 años después y por la zona de Traumatología, lo que sorprendió. En parte sucedió lo mismo de otras veces, pero por eso fue especial: primó la emoción.A la salida de Barranco Hondo saltó la noticia: el fallecimiento de Cristóbal Rafael Pérez Vega, canónigo de la Catedral de La Laguna y durante décadas párroco de San Alfonso María de Ligorio, en Los Gladiolos, fue un jarro de agua fría en medio de la peregrinación ("precisamente hoy...", comentaban muchos parroquianos).
La Virgen de Candelaria, en su urna de metacrilato preparada por Grúas Cuchi y vestida por su camarero Jaime Estévez, entró al hospital que lleva su nombre después de 16 años por la parte de Traumatología para sorprender a los enfermos, familiares y sanitarios que la esperaban junto a la entrada principal, despojada del vehículo y en las andas de la Virgen de La Concepción, las mismas que portó por primera vez, en 1959, con motivo de la inauguración de su Basílica.
La "pelea" con el tiempo fue constante durante el trayecto: a la salida de Las Caletillas, la comitiva mariana había "perdido" una hora sobre el tiempo previsto, quizá por aquello de lo dolorosas que son las despedidas. Luego, desde El Humilladero, el tándem formado por el jefe de Protección Civil y Seguridad, Pedro Valladares, y el responsable de los voluntarios, Pedro López, hizo posible que se ganara parte del tiempo perdido. Pero en La Residencia el cambio de la urna al trono se demoró durante más de una hora. Así, el acto que estaba previsto que comenzara a las 14:30 horas se celebró a las 16:00, un retraso anecdótico si se toman en consideración las caras de emoción que desvelaban el encuentro de los enfermos con la "doctora del amor" -como la definió el obispo- que los visitaba.
El prelado nivariense, Bernardo Álvarez, que se incorporó a la peregrinación precisamente en La Residencia, fue el encargado de animar a los enfermos en su encuentro con la Morenita. Ya en el recinto sanitario, la comitiva arrancó desde el edificio de Enfermería hasta el hall encabezada por miembros de un grupo de la Pastoral Juvenil, que portaron un farol de la Misión Diocesana y que, con su canto, acercaban un pedazo de cielo. A partir de ahí, acto protocolario por parte del gerente, que recordó la historia del centro, proclamación del Evangelio de María a los pies de la cruz, ofrenda de un ramo de flores y peticiones por todos los presentes. Cuando iba a enfilar la salida, una de las peregrinas que había comenzado el recorrido en Candelaria se arrancó con una malagueña que contagió de emoción a los asistentes.
A su paso por Miramar, el párroco de San Juan de la Cruz, Roque Rodríguez de la Guardia, había sacado al santo titular para saludar a la Virgen.
La peregrinación puso rumbo a García Escámez. Ahí, el arcipreste de Ofra, Antonio Gómez, y el concejal Dámaso Arteaga ofrecieron la segunda bienvenida de la Patrona a Santa Cruz (la primera fue la que tuvo lugar en El Humilladero, en el Suroeste).
Los miles de peregrinos, a su llegada a Tío Pino, se hicieron una voz para cantar el "Virgen de Candelaria", que concluyó con el grito de "¡Guapa, guapa y guapa!". En la gasolinera Disa del barrio, decenas de feligreses aprovecharon para ir a repostar y comprar agua, lo que provocó unas colas que, sin embargo, dejó impávidos a los dos trabajadores, más preocupados por inmortalizar con sus móviles el momento.
La siguiente cita era San Alfonso María de Ligorio, que se intuía que no iba a ser un paso de trámite. Así, hasta sin megafonía, volvió el obispo, quien, frente por frente al templo de Los Gladiolos, pronunció un responso por el alma del sacerdote fallecido Cristóbal Pérez Vega. Justamente en este barrio se incorporaron, vestidos de gala, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; el del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, y el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez.
El recorrido procesional continuó por la avenida Benito Pérez Armas -ya con las mangas cruces y todo ese boato característico de las procesiones solemnes- para enfilar la avenida de Bélgica, y de ahí... al corazón de Santa Cruz.
"¡Sí, sí, sí, la Virgen ya está aquí!"
El "paseo triunfal" desde Barranco Hondo desembocó en La Concepción de Santa Cruz. Entre medias, contrastes en la religiosidad e imágenes de lo más variopintas.
La Alameda del Duque de Santa Elena acogió anoche, sobre las 21:00 horas, la celebración de la Palabra para dar la bienvenida a la Patrona de Canarias en su quinta venida a Santa Cruz. Dejaba atrás catorce horas de caminata que comenzaron en torno a las 7:00 horas y que demostraron que, por concurrencia de público, existen dos velocidades en la devoción en Santa Cruz.
Después del "paseo triunfal" desde Barranco Grande, Taco, los aledaños del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, Miramar, García Escámez, Tío Pino y Los Gladiolos, la procesión mariana fue más solemne por el boato de los signos que por la participación. La comitiva llevó en volandas a la Patrona desde los barrios al grito unánime de "¡Sí, sí, sí, la Virgen ya está aquí!", que se coreó en especial en Los Gladiolos, alternando el espíritu festivo con el responso por el fallecimiento del sacerdote Cristóbal Rafael Pérez Vega. Fue el único lugar donde se vio al obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez, intentando dar voces (con las manos en la boca) para hacerse escuchar, pese a los intentos frustrados del delegado episcopal para la visita de la Virgen de Candelaria, Jesús Agüín, de poner fin a los "vivas" dedicados a la Patrona de Canarias.
En Los Gladiolos se incorporaron las principales autoridades, y comenzó el paso procesional con altos y bajos en seguimiento, nada que ver con el poder de convocatoria de las cabalgatas de Reyes o de Carnaval.
Tras salir de la avenida Benito Pérez Armas, la procesión discurrió por la avenida Madrid -junto al parque de La Granja-, con la mayoría de las autoridades ya vestidas de gala para la ocasión. Más allá de las personas que rodeaban el trono... pasó casi de puntillas por la avenida de Bélgica. A los representantes públicos les llamó más la atención las banderas españolas colocadas en varias ventanas del edificio que se localiza enfrente de los antiguos Multicines Óscar's que el número de participantes.
El cortejo presidido por el obispo, con una nutrida representación del clero, enfiló el parque Viera y Clavijo y la avenida de las Asuncionistas, para bajar por Ramón y Cajal, que parecía ajena al acontecimiento. A la altura de la plaza Militar, como si hubieran salido del Supermercado del Motorista, los miembros de una banda de música se sumaron al desfile. Antes de girar hacia Galcerán, en la esquina del antiguo Hospital Militar -hoy centro socioasistencial del IASS-, una veintena de mayores aguardaban el paso de la Virgen de Candelaria.
La procesión continuó por la plaza Militar y Galcerán, donde pareció detenerse para no interrumpir al Tranvía, que estaba a punto de pasar. Sorteado este obstáculo, la procesión visitó uno de los "altares" de Santa Cruz: la plaza de Weyler y la Capitanía General de Canarias, para seguir por Méndez Núñez, donde se encuentra ubicada la Subdelegación del Gobierno, el Ayuntamiento de Santa Cruz y el parque García Sanabria. Hasta aquí los barrios chicharreros demostraron su gran devoción, lo que contrastó con la presencia en el casco de Santa Cruz. Las excepciones se hicieron de rogar: hubo que esperar a que la Virgen llegara a la parroquia de El Pilar, que sorprendió con más de 1.000 personas que protagonizaron una pañolada de salutación a la Morenita. Precisamente ayer, la parroquia que regentan los Claretianos celebraba su día grande, con motivo del 12 de Octubre. Puertas abiertas de par en par y "vivas" a la Virgen de Candelaria.
La iglesia de San Francisco, cuyo titular es don Jacinto Barrios, fue otro de los lugares más masificados en el centro de Santa Cruz. Con la puerta lateral abierta pasó la Virgen de Candelaria y algunos esperaban que se asomara el Señor de Santa Cruz: el Señor de las Tribulaciones. Pero no ocurrió.
La Morenita se dirigió a la Alameda del Duque de Santa Elena para presidir la celebración de acogida oficial de la peregrinación en la capital, sobre un escenario que igual acoge un concierto de rock que una función religiosa. En este momento se registró el segundo gran parón de la peregrinación: el primero fue en la residencia; el segundo aquí, a la altura de la antigua parada de guaguas de San Andrés. El trono de la Virgen tuvo que hacer un paseíllo en la trasera del escenario para, en solitario, poder acceder a la tarima (con el inconveniente añadido de toparse con las ramas de un árbol). Fue tiempo más que suficiente para que los presbíteros y los miembros de las rondallas que integraron anoche el coro de la celebración del recibimiento oficial pudieran departir sobre el escenario mientras llegaba la Virgen.
Solventada esta situación, el obispo, Bernardo Álvarez, marcó el inicio de la celebración con el "Magnificat", que interpretó la coral de rondalleros, dirigidos por el maestro Israel Espino. A continuación, el periodista Zenaido Hernández, sin prisas, se deshizo en elogios y agradecimientos a la Patrona. Luego intervino el alcalde Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, quien dijo hablar en nombre "de todos los chicharreros", agradeció la visita e invitó a la población a secundar con su presencia los actos programados y que se desarrollarán hasta el próximo viernes en la parroquia matriz de La Concepción, antes de la vigilia prevista en la Cruz del Señor.